Y otra vez me siento como ayer, siento que no siento,
siento que no vivo, que no quiero más nada que el silencio.
Otra vez me siento, y pienso, y vivo, siento que vivo más muerto
que nunca, siendo testigo de cómo poco a poco me derrumbo, me desvivo.
Y tal vez ese sea mi destino, mi camino errante por la vida del olvido.
Ser solo el recuerdo de esas personas que dé a pétalos me arrancan de su alma,
mientras viven en mí, tan presentes como la ausencia del cariño
que alguna vez sentí cuando creí estar vivo, condenado a muerte.
El poeta muere en la amargura de sus versos, y vive entre copas de lágrimas y vino,
destinado a vagar por amores imposibles, rompiéndose el corazón así mismo.
Masoquista adicto a las lágrimas, a la amargura de una cena individual,
de una cama fría y un recuerdo vago de sonrisas que tal vez siquiera existen.
Un estúpido, eso soy, un niño jugando a ser adulto, un adulto queriendo ser niño.
La única conclusión posible, tan simple como eso, un estúpido,
que habla de de amor cuando amor olvida, cuando amor busca,
cuando amor encuentra y vuelve a olvidar, y vuelven a olvidar, todas, siempre.
Lemos Maximiliano Daniel.
Todos los derechos reservados
- Autor: lemos maximiliano ( Offline)
- Publicado: 13 de mayo de 2013 a las 02:56
- Comentario del autor sobre el poema: dejando el ciclo un ratito para publicar algunas otras cositas...
- Categoría: Triste
- Lecturas: 96
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bambam
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