Era una hermosa mañana,
brillaba el sol en el cielo;
y ante mis ojos serenos,
¡cayó de repente el velo!
Allí, misteriosa y sublime,
surgió majestuosa y bella;
la criatura más excelsa,
¡la más preciosa doncella!
Eran sus ojos el cielo,
era su boca de fuego;
y en su caminar andariego,
¡cual palmera bajo el viento!
Su cabello de azabache,
dentadura de marfil;
y su cuerpo de Afrodita,
¡encendido cual candil!
Así la había soñado,
y en mis delirios la vi;
pero ahora, allí estaba,
¡y era sólo para mí!
- Autor: Zerión (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de noviembre de 2009 a las 12:18
- Categoría: Amor
- Lecturas: 120
Comentarios4
Dibujas con cada verso un trazo de esa mujer
y haces que uno se pregunte:
¿será real, o será sólo su sueño?
Muy rico en recursos poéticos.
Abrazos de bienvenida.
Gracias Deliter por el comtario... fué un bello sueño que se hizo realidad!
Un gran saludo.
Mi querido amigo, excelente forma de describir una mujer, la q todos anhelamos....Felicitaciones
Hola Iván (ese es tb mi nombre), gracias por tu comentario.
Saludo cordial.
Pues tu sueño,
lo has materializado
y hasta escrito con maravilla.
Un abrazo.
Hola Bryan: Gracias por tu formalidad.
Saludos.
Simplemente.... hermoso poema....
Un fuerte abrazo....
Gracias Aly por tu comentario.
Un gran saludo.
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