Titulo: El camino equivocado de mis cansadas huellas
En una tarde en que las angustias incendiaban
mis empedrados desiertos,
me inventé una rosa blanca
y con mi boca ciega,
le vacié el venero nublado de mis
desasistidos besos.
Se incendió mi sangre,
se asombraron mis antiguos silencios
y una argentina estrella
se posó calmada
en la misma mano donde sostenía
la rosa blanca de mis quimeras.
De pronto emergió la alborada en mis cimientos,
trinaron las aves en mi huerto,
huyó despavorida la soledad
en aquella confusa tarde,
en que te inventé de nuevo.
Vi volar las mariposas
de mis antiguos sueños,
brillar la luz de en medio de un
cielo cubierto de ilusiones vivas
y su risa alegre aislar a mis
envejecidos silencios.
Pero desperté en medio
de un obstinado aguacero,
escuché el silencio de mis besos,
a la soledad acariciarme de nuevo
y a sus recuerdos a posarse
en mis secos desiertos.
Husmearé de nuevo su añorada estrella,
seré otra vez el dueño de mis amarillas fantasías,
escucharé la agradable música de su voz
aunque que ya no me susurren,
los añorados, “Te quiero”
y continuaré por el camino equivocado
de mis cansadas huellas.
Autor: Marco Augusto González Almieda
Venezuela 16 de Mayo del 2013
Derechos reservados
- Autor: marco augusto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de mayo de 2013 a las 15:35
- Categoría: Triste
- Lecturas: 253
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