Venturoza luz la de tus ojos,
la que inmaculada y virgen se desprende
como un inesperado batallón de muertes.
Tú, quien más que tú,
la que amo desde el minuto infinito,
24 horas al dÍa, mas 2 que sueÑo,
los 365 dÍas del aÑo, mas 3 que pienso,
que escribo la manera correcta de amarte.
Tú, mi bien amada, la de los ojos de Dios,
la que tierna y dulce me abraza de manera indesifrable, mi bien amada, lucero mio, tú.
El misterio de la luz, el secreto de la luz,
baila en tus ojos, que suaves miran,
como bautizando el tiempo de lóqica,
literal, gramatical, ciertamente eterna.
Mirarte es esa demente locura
de caminar la mar del mundo sin hundirse,
de investigarte de fa a sol,
de llegar al núcleo.
Muchas veces palpo tu sombra, te nombro de formas
hasta con el mismo silencio,
sin siquiera anunciarme te robo el alma, la misma alma que a mi me falta,
desde que el eje del reloj sufre de alzeimer.
Tú, la de los ojos iluminados,
la que lleva alma, el alma mÍa,
la luz que amo, mientras nada me convence,
la que no se compara con muÑecas de plástico,
tú, la que lleva un alma,
archivo mecánico del alma mÍa.
- Autor: código cero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de mayo de 2013 a las 00:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Cuando las letras encandilan las palabras, el verso se inflama con la hermosura encadenada en tu prosa amigo Codigo Cero
Abrazos españoles de amistad
Críspulo Cortés Cortés
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