Una princesa en el jardín del edén,
mil rosas hermosas florecían con su presencia,
Princesa de los cielos, te fuiste sin decir por qué
y la flora del jardín perdio el color y la escencia.
Princesa, tan perfecta, inalcanzable,
huíste de mis brazos, de tu reino, tu jardín vivo y celestial,
Soledad y tristeza nos invadieron y sus males
destruyeron el templo de la felicidad.
Adiós, solo eso puedo decir,
desde tu partida, las sombras invadieron el cielo;
ahora todo es tan oscuro, decadente, tan infelíz,
y el colorido jardín falleció, pues te esperó sin consuelo.
Lágrimas de sangre corrieron por sus mejillas,
sus coloridas rosas, se volvieron negras,
sus decorados confines, se volvieron valles de astillas
y sus emociones, se convirtieron en piedra.
Ahora sólo queda el recuerdo,
y las sombras de aquello que alguna ves fue
Adiós mi princesa, lo dice este muerto
que hasta el último aliento, paciente esperé.
- Autor: Jickso (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de mayo de 2013 a las 01:16
- Categoría: Triste
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, NahuTHE73
Comentarios1
Tus sensibles y personales letras vierten las estrofas de tus versos en cada palabra que enlaza en tu poema amigo Jickso
Saludos de amistad españoles.
Críspulo Cortés Cortés
Gracias amigo, me alegro que haya resultado de tu agrado. Un saludo desde Venezuela. xD
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