Por: Gaviota Romero*
El mar, encuentra la orilla.
La luna la madrugada.
El invierno siempre encuentra
un manto de escarcha blanca;
y el hombre aunque busque la paz
independiente de Dios,
nunca podrá encontrarla.
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Te regalé una flor, una flor muy perfumada,
y al paso del tiempo, viste que la flor se marchitaba.
Y tú, riendo decías ¡vamos flor!
¡No dejes, que tu fragancia se evapore!
¡No permitas que tus pétalos se caigan!
Pero… ¿Qué creías tú? ¿Que una flor podría
siempre vivir en un charquito de agua?
La felicidad es como la droga, cuando
se prueba, y luego se carece de ella,
no se puede vivir sin sentirla un solo día.
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Silencio en la oscuridad de un desengaño.
Luz y regocijo, en la esperanza de un nuevo día.
- Autor: "Gaviota" Romero (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de mayo de 2013 a las 15:10
- Comentario del autor sobre el poema: Te regalé una flor, una flor muy perfumada, y al paso del tiempo, viste que la flor se marchitaba. Y tú, riendo decías ¡vamos flor! ¡No dejes, que tu fragancia se evapore! ¡No permitas que tus pétalos se caigan! Pero… ¿Qué creías tú? ¿Que una flor podría siempre vivir en un charquito de agua?
- Categoría: Amor
- Lecturas: 114
- Usuarios favoritos de este poema: Valeria
Comentarios2
Por primera vez en mi vida
creo en ti!!!
creo en mí!!
y dejé a un lado lo cree y piensa la sociedad...
Las flores las tengo blindadas dentro de mi corazón, no las comparto con nadie, por primera vez en mi vida también soy egoísta.
Bello poema el que nos regala, hermosa Dama.
Un abrazo muy fuerte!
Gracias amiga Valeria.
Te mando un cariñoso abrazo.
Muchas gracias mi amiga, muy amable.
Abrazos y kilos de besitos
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