Esperaba una oscuridad empecinada
En cambio, aparecieron grises transparentes
Y las imágenes circulares te llevaron
Eran pedazos de mí y de vos en burbujas negras
Se estaban yendo de mi, pude verlos
Y lloré como un invierno de tormenta
Abracé a mi amigo con el dolor a cuestas
Estaba dejando todo lo que creía mío
Me ahogué en reclamos imposibles
Entendí de a poco, dolió arrabales de mi alma
Y observé la pérdida programada
De mi locura y tu llamada
Tenía un fin de confesión no confesada
Era la noche de la antigua senda
Comprendí que alguien decía basta
No eras vos, tampoco he sido yo
Al terminar con todos los embates
Se fue la angustia hacia arriba
Vos quedaste lejos, mi muchacha
Era necesario llorar tu despedida
Estamos a mano, no me debes nada
Creo haberte amado en solitario
No pidamos mas, fue suficiente
Alguien recogerá todos los restos
Y con ellos nos ayudará a repararnos
No se pierde lo que dimos
A pesar nuestro, estará presente
- Autor: horaciojose ( Offline)
- Publicado: 19 de mayo de 2013 a las 08:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Cuando la pluma del Bate calienta sus letras para formar las palabras de sus versos, enseña el alma de su poema al viento de las musas que adornan sus estrofas amigo Horaciojosé
Saludos sinceros de amistad poetica
Críspulo
gracias
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