¿Qué viniste, ¡oh niña preciosa!, a hacer en mi vida de otoño?
Niña primavera, llegaste a mi vida en otoño,
cuando de mi árbol vital caían al suelo
las hojas marchitas que juntas
formaron una plácida alfombra en la cual
con pose coqueta tu cuerpo
descansó, descansó, descansó
hasta que los cuchillos brillantes del sol
te broncearon, ¡oh, niña!, la cara.
¡Parecías de bronce, mi niña!
Y llegado el invierno
volviste a mi árbol,
iluminadas de verde ¡al fin!
sus hojas.
¡Renacimiento ritual de los años.
Y de pronto
tus cabellos-cataratas se tiñeron
de nívea blancura
por las lágrimas
que de mis ojos invernales surgieron
para ofrendarte, ¡oh, niña!, su líquido
convertido en nieve.
¿Por qué, mi niña primaveral, te has negado,
al amor que te obsequia mi otoño?
- Autor: rodulfogonzalez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de mayo de 2013 a las 12:09
- Categoría: Amor
- Lecturas: 101
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., Valeria, CARMEN, El Hombre de la Rosa, DAVID FERNANDEZ FIS
Comentarios3
una hermosura tu poema, romantico y muy dulce, me gusto leerte amigo.
CARIÑITOS DE LUZ.
Gracias, amiga. Tu comentario me anima a seguir escribiendo. ¿Cómo está tu salud? Un abrazote, Eladio
Que belleza de poema amigo mío, todo un regalo para el alma. Un beso
Buen día, Carmen. Eres muy generosa con mi pobrecita poesía. Gracias. Los besos se devuelven y yo no voy a ser la excepción de quedarme con el que me envaste. eLADIO
Cuando la pluma del Bate calienta sus letras para formar las palabras de sus versos, enseña el alma de su poema al viento de las musas que adornan sus estrofas de amor amigo Rodulfogonzalez
Saludos sinceros de amistad poetica
Críspulo
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.