Personas que somos alérgicas a vivir y a la vida.
Cientos de momentos, miles de personas, oportunidades, anhelos, besos montones de ellos con la mujer hermosa y querida se nos van como palabras sin sentido.
Cuando queremos vivir en las palmas de la manos tenemos inchason y en las plantas de los pies un ardor casi insoportable; por eso no podemos alcanzar nuestra felicidad. No podemos caminar hasta ella.
Si tomamos lo que queremos o lo que es nuestro se nos va de las manos -tal vez por eso lo bueno me dura poco tiempo- no podemos sostenerlo ni con ambas manos juntas. Queremos llorar.
cuando queremos tener vida nos aparecen ronchitas en el cuello, los ojos se nos cierran y empieza nuestro lagrimeo por no poder tener lo que los demás tienen, ojos muy rojos e incómodos, adiós oídos, la garganta no deja el paso de lo vital. Así nos incomunicamos de el mundo con fastidio.
Es por eso que no puedo dar felicidad real solo felicidad disfrasada, felicidad alergica.
De vida solo tengo el nombre y de vivir la piel quemada.
Las personas que saben como evitar estos síntomas no nos acompañan a aprender con ellas, son indiferentes y egoístas. Sin oídos, sin manos, sin ojos, sin pies, sin ayuda exterior.
- Autor: Antonio verde. ( Offline)
- Publicado: 20 de mayo de 2013 a las 01:49
- Comentario del autor sobre el poema: ... cuando sea viejo y me de cuenta que no he vivido...
- Categoría: Triste
- Lecturas: 63
- Usuarios favoritos de este poema: Letras inertes
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.