… imaginad un universo ardiendo y vivo, y ved y sentid que sois a un tiempo el fuego creador instándolo,
y trayéndolo a ser,
y el mismo universo al fin;
¡ pues ay, ay ese poder que arrastra, el que ve y encumbra, el que quema y limpia el corazón !
… porque podría parecer que el viento abrasador, el que todo funde y acrisola, no existiera,
ah, podría, sí, podría;
la opacidad mortal obstruye y nubla,
- aparta, domina -
y la conciencia, en reflejo terrenal, sucumbe y cede a esa ilusión, cual divisa infecta del espíritu;
… por tanto:
¿ un partido de futbol, una cerveza, unas risas,
y el final… ?
… yo elegí a mi padre y a mi madre desde allá de la muerte e incendié y crucé, para volver,
los ríos de esa muerte;
querer venir a renacer aquí, y así, con mis glorias vivas y desastres, colmó mi sed y libertad;
y ése, ése fue el bastión de mi argumento.
http://www.oriondepanthoseas.com
- Autor: Orión de Panthoseas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de mayo de 2013 a las 14:38
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 128
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.