Bodas de Bronce

Fue ella quien me llamo,

A los tres días de la separación,

Lo primero que hizo fue recordarme,

Que era yo un miserable.

Ella continuaba,

Diciendo que me despreciaba,

Que no podía creer,

Lo indiferente que me porte.

Después de eso debía suponer,

Que mi vida carece de amor al parecer,

Ya que no estoy bien conmigo mismo,

¿Por qué soy así contigo? Si tú fuiste mi alivio.

Al terminar mis palabras ella expreso,

“Di que me amas ¡Mi amor!”,

Un gran silencio me aterro,

En ese momento conteste “sabes perfectamente que te amo”,

No podía ser el hombre de tu vida,

Pero podíamos llevar una relación pasiva.

Meses después todo

Era maravilloso,

Te amaba todos los días,

Y te besaba mientras dormías,

Soportabas

En el baño mi ropa colgada,

Y no  te enfadabas

Para nada,

Luego comenzaron a verse los defectos,

Checabas mis mensajes del celular,

Y yo a tu amiga no podía soportar,

Llenaste la casa de adornitos cursis,

Y yo la ensuciaba de cervezas y dulces,

Así hasta que exploto

La bomba de tiempo,

La trampa de osos se activó,

Y el amor se lo llevo el viento.

Sólo hay dos cosas a las que tiempo hay que dedicar,

Cuando tengas a quien amar,

No lo olvides jamás,

Una es querer sin condicionar,

La otra es sufrir y llorar

Sin preocuparse por lo que piensen los demás.

Como último consejo que puedo darte,

Es amar y querer, pero valorarte,

No te desgastes en relaciones dañinas,

El tiempo es corto, mejor disfruta la vida.