Cual rendija entre dos cuerpos filtró el aire más puro alguna vez inhalado, donde el tiempo a sido conspicuo en las remembranzas de las alegrías ya hoy ocultas, mismas que no reciben opresión del alma que se enarbola al recordar la sutileza de tu voz, lo resbaladizo de tus manos y lo húmedo de cada uno de tus besos, el gemido, ese gemido que hace mi corazón al deletrear tu nombre, extasiado por el recuerdo de tu belleza, amparado en imágenes guardadas por años en el baúl de mis recuerdos, puedo gritar cual niño hambriento, que un amor verídicamente verdadero, resistente a las torturas del tiempo, un amor eternamente recordado, no puede del alma ser castrado.
- Autor: jose miguel pichardo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de mayo de 2013 a las 09:34
- Comentario del autor sobre el poema: un amor verídicamente verdadero, resistente a las torturas del tiempo, un amor eternamente recordado, no puede del alma ser castrado.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 30
- Usuarios favoritos de este poema: Valeria
Comentarios2
No tengo más que decir... su comentario lo dice todo!
Abrazos bien fuertes!
HERMOSO
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