Usted
no sabe, niña indolente, niña de mar,
cómo se siente, cómo sabe
buscar su mirada
en cada mirada que veo pasar.
No es que no la encuentre
y por eso la busco en cada faz;
sino es que en ella me quede perdido algunos días atrás,
y la ando buscando para poderme encontrar
con usted o conmigo, o con nosotros, ¡qué va!
Usted ni se imagina,
niña agnóstica, niña real,
que sus besos de agua
no solo arden en los labios
¡y que no serán ceniza
nunca jamás!
Usted ¡si supiera¡ ni se imagina ¡Dios!
cómo son mis días,
son fríos hasta con sol,
¡y oscuros hasta de día!
Usted no sabe cómo se siente
buscar sus visajes
en cada paisaje…
Usted no sabe cómo se siente
buscar sus suaves olores
en todos los pletóricos jardines de flores…
Usted no sabe cómo se siente
mi cuerpo palmo a palmo empañado
por sus dedos…
Usted no sabe cómo se siente
buscar su fragor
en cada silencio…
Buscarla detrás de todas las lunas,
y buscar sus cabellos
en el lleno azul de destellos…
Usted no sabe,
ni un poco, cómo se siente
no sentirla…
y entre menos sentirla,
más suyo sentirme;
y entre más alejados,
más atado a sus pies, más anegado en su profunda voz.
Usted no sabe,
cómo la amo;
usted, niña hermosa, frágil rosa,
no sabe que además de pétalos,
también tiene espinas.
Usted no sabe,
cómo se siente,
cómo la amo,
ni se imagina.
Usted no sabe porque yo no se lo he dicho,
porque yo no se lo he escrito,
y porque yo, aún cuanto sufro,
tampoco lo sé.
-LFLezama
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