Como si nada fuese incierto
te desplazas
por el espacio altivo de la devoción.
Sueñas con verdades eternas,
sueñas que sobrepasas el vértigo crepuscular
del momento prohibido de la entrega.
El recinto secreto que conozco,
allí donde el deseo se mezcla con lo eterno,
se incinera
sobre troqueles en blanco,
en solsticios de impaciencia que transcurren
por espacios insurrectos que atesoras.
Ojalá pudiera retener el cielo
entre la sucesión
de nubes crespas del paisaje,
ojalá pudiera mi nebulosa acariciar tu mundo
por siempre,
soslayar el transcurso de las horas
y encontrar el punto cenital que compromete,
que hace al universo expandido
intimar
con la belleza inmensurable de tu escote.
Muéstrame la madurez de tus desplantes,
dime que no condenaras al exilio mis latidos,
que la fusión perfecta existe
y podré llegar a ti
cuando el reloj marque las doce.
El horizonte refleja tu mirada
y mi voz
es la plegaria del presente, sin reproches.
Autor……reh
- Autor: Elias (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de mayo de 2013 a las 16:53
- Categoría: Amor
- Lecturas: 74
Comentarios2
Preciosa prosa, amigo Elías.
Gracias Victor
Es un honor recibir tu comentario y tu amable visita
un abrazo
siempre
Rafael Elias
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