A Leticia
Cuando te vi por primera vez, Eurídice, en el extinto Cine Rex de Carúpano, te creí real y lloré como un niño cuando un hombre disfrazado de muerte te privó de la vida.
Te creí brasileña, mulata, porque eras el amor inolvidable de Orfeo.
“Orfeo Negro”, versión fílmica del mito griego made in Brasil, en un escenario del carnaval carioca.
Orfeo, no con la lira que cautivaba a quienes oyeran sus notas, sino con una guitarra, lograba, con cronométrica exactitud, la esplendente salida del sol.
Desde entonces, encantadora Euridice, brasileña o griega, te aposentaste en lo más profundo de mi corazón, como milenios después Merryl Streep, Ingrid Bergman o Julia Robert.
Y ahora que sé de tu condición de mito, convertido en Orfeo decididamente enamorado, te rescataré del Hades, la morada de los muertos.
Caronte, encantado con mi lira prodigiosa, me llevará hasta el inframundo.
Y doblegaré a Cerbero y Perséfone.
Y doblegaré mi curiosidad y mi ímpetu con un jirón de tela negra que arrancaré de tu vestido.
Yo iré delante, adorable Eurídice.
Tú me seguirás.
Y mi corazón, acelerado por la emoción, sentirá tu presencia.
Y caminando a tientas, llegaremos a la superficie.
Y yo pulsaré permanentemente mi lira, con mayor inspiración que antes, para alejarte de las serpientes y de los espíritus malignos.
No volverás al recinto de los muertos.
Yo no regresaré al inframundo.
Con mi lira encantaré a la parca.
Y la parca se olvidará de nosotros.
Y seremos eternos.
Y viviremos en el corazón soñador de los amantes.
Y viviremos en el corazón soñador de los poetas.
Y viviremos en el corazón soñado de los liróforos.
- Autor: rodulfogonzalez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de mayo de 2013 a las 10:19
- Categoría: Amor
- Lecturas: 202
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades., DAVID FERNANDEZ FIS
Comentarios2
Exquisito hermano... solo eso puedo decir del genio de tu pluma. Además me recordaste ese cine... cuantos recuerdos.
Un abrazo hermano, paisano y compañero poeta...!!!
Que magia tan extraordinaria tiene tu hermosa pluma.
Que honor leer mi nombre al inicio de esta obra (para mi) extraordinaria.
Inmensas gracias Eladio y has cumplido tu promesa no has vuelto la vista atrás.
Continuemos entonces en la superficie nuestro viaje por el maravillosos mundo de las letras y de la hermosa Vida.
Te abrazo sin distancias.
Yo tomé mis medidas para que mi Eurídice no volviera al inframundo. Un abrazote grandotote.
Otro para ti Eladio....
Inmenso
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