El circo II

Luego el trapecista se volcó  más a las artes de la magia, entonces ella pasó a ser su chica que aparecía y desaparecía del público, utilizaban fuego, cuchillos, en fin era como una vida bastante animada.

Y su pequeña se crió en ese ambiente, no llevaban animales en el circo, mas su hija, se convirtió en la mascota de todos.Era una niña con grandes dotes, desde muy temprano  y gozó popularidad, porque algo le enseñaron sus padres, mas en la escuela tan solo decir que sus padres eran del circo, era motivo de burla.

Así que pronto aprendió a esconderse, a inventar que su padre trabajaba en la construcción y su mamá hacia ricas tortas de dulce leche que vendía en las escuelas y a los circos que pasaban itinerantes.Juanita aprende toda clase de malabares, patinaje, doma de perros y se muestra muy sociable desde un comienzo ya que es la hija del circo y su familia la adora.

Sin embargo, ella hubiera preferido una vida más tranquila, como la de sus amigas escolares, que volvían a su casa y tenían la merienda preparada y los domingos iban a visitar a sus abuelos.

Sus padres actuaban de a dos a tres funciones los fines de semana, mientras que ella jugaba en las cercanías, hacía su propio número de circo con sus muñecos donde uno era regañado permanentemente por  su mala conducta.

Es decir se crió en un mundo muy rico de fantasía y admiración hacia sus padres.

Asimismo, muchas veces los excesos de los otros integrantes del circo, la sobrepasaban, luego de las funciones armaban fogatas y charreadas a la luz de la luna.

Había también, como en cualquier circo que se preciara, esa era la tarotista, la que también leía la borra del café, Juanita frecuentaba su caravana, le llamaba la atención su acento, era raro para ella.

Decían que era rumana, mas la pequeña como todos los niños curioseaba, entre sus cosas , mientras que ella se vestía detrás del biombo.

Y descubre en una cajita que tiene varias identidades.Además la dejaba también disfrazarse con sus ropas, su preferido era un kimono rojo con su sombrilla, que la hacía girar como un molinete y se paseaba haciendo gala de sus artes aprendidas por todo el grupo familiar, que era el circo.