El pasado de condena.
De jirones de otras sombras,
de pasiones, de tormentas,
crueles horrores sin tiempo
y dulces amores complejos.
Bebí del mal el licor
que nace del bajo fondo
y aprendí que el desamor
es la cuna de los pobres.
Si sufrí ? claro que sí
y luché a brazo partido,
por ser y así estar vivo.
Ser un ser de carne y hueso
y no esa sombra en el suelo
que nada tenía de mi.
Las calles fueron tes tigos
de todos mis malos ratos,
donde se mexcla lo malo
pretendiendo hacer algo bueno.
Pero dentro del niño una vez
quizo ser libre y partió
pretendiendo hacerse hombre
y buscó otros horizontes.
Si pequé ? claro, fui impuro,
mezquino; al Amor altivo,
pués mi mente entró en lo malo
era bebida, era droga,
era olvidar la sozobra
de mi vida a la deriva.
Pero que bello ese día
donde plasmé entre mis versos
todo lo que yo sentía.
Me enamoré de su escencia,
me postré ante su belleza.
Fué tan fiel tan seductora,
fué mi amante y compañera.
Que olvidarme hizo un día
de todo lo mal vivido
y asi dejé en el camino
a ese hombre equivocado
que vivió atormentado
pues el no marcó su destino.
Siendo un niño sin cariño
hoy es un hombre derecho,
es un amigo completo
y un poeta agradecido.
El pasado ha quedado
sepultado en el olvido.
Ponle flores en su tumba
y un epitafio que diga...
Adios ya no estás conmigo.
Teresa. Suárez.
30/04/13
- Autor: Teresa Ema Suárez ( Offline)
- Publicado: 30 de mayo de 2013 a las 19:33
- Comentario del autor sobre el poema: Este poema fue dedicado a un gran amigo, su vida fue un gran desafio para él, pero es parte del pasado.Hoy es un hombre Feliz.
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 70
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