Bailemos, bailemos, bailemos amada del alma, sin prisa,
sin temor de que tus pies pisen los míos,
ni que los pies míos pisen los tuyos, este bolero tan romántico.
¡Qué importa, amada, que no dominemos el arte de la danza!
Estamos solos, en el rincón íntimo de nuestras almas.
Nadie, excepto tú yo, se reirá de nuestra torpeza en el baile.
Basta que yo sienta en mi cuerpo tu trémulo aliento.
Basta que tú sientas en tu cuerpo el fuego sublime del mío.
¡Qué dicha tan grande nos transmite el bolero impregnando a nuestros espíritus abatidos por la rutina el exacto amor de su letra y su música!
Vayamos, amor, a nuestra playa única a compartir con las aves marinas
el néctar musical imaginario que nos regala el bolero.
No importa que sea cursi
la letra del bolero.
Seamos banales, seamos cursis, seamos anacrónicos.
¡Qué importa!
El bolero refleja nuestros estados de ánimo y nos reconcilia con la vida.
¡Qué importa!
Nos gusta ser cursis.
La melodía del bolero que escuchamos y bailamos torpemente
regala a nuestros espíritus la sensación exclusiva de la felicidad.
¡Disfrutemos del bolero, antes de que sus melodiosas notas se apaguen!
- Autor: rodulfogonzalez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2013 a las 12:11
- Categoría: Amor
- Lecturas: 97
- Usuarios favoritos de este poema: rosi12
Comentarios1
¡Bailemos! Que bailar es soñar con los pies.
Hermoso poema.
Saludos desde algún rincón del mundo.
SABA:::
Gracias, amiga, desde mi covacha de sueños. Un abrazo, Eladio
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