Arriba: suenan alegres campanas
y anidan cigüeñas.
Abajo: sólo un continuo eco alberga la plaza.
Eco alejado de turbias tristezas,
construido por amables y familiares risas,
que destrabando cuestiones de vida
sazonan color.
Para mucho sirvió el hechizo de astros;
le concedió la boda con su cosecha al escenario
al darle validez a nuestro amor.
Serán tantos los brotes,
que apareciendo nuevos y jóvenes,
conseguirán rejuvenecer el jardín.
... que hasta los ojos ciegos,
saciados por la gratitud de las flores,
oliendo la grata esencia volcada, renacerán,
sanados, ellos verán.
Y hasta los mismos hombres,
de parco imaginar y de pensar incrédulo,
convencidos y decididamente,
al fin, abriendo grandes ventanales,
desterrarán a su necedad,
extraviarán a esa desdicha que provoca la inopia,
e infranqueables, y altos muros, demolerán.
Arriba: desde su altura, el campanario.
Con su sonido refresca,
del pueblo, su algarabía.
Abajo: vuelan los granos de arroz
y se afianzan por los cabellos.
El arroz penetra entre los botones
y hundiéndose en los bolsillos
encuentra cobijo.
El arroz tapiza enormes baldosas
y decora la escalera,
cual al salir de la iglesia,
-de la mano y enamorados-
tu y yo, descendemos.
318-omu G.S. (Bcn-2013)
- Autor: omu (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2013 a las 13:23
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 121
- Usuarios favoritos de este poema: clonariel, Mar (Bar Literario), ivan rueda
Comentarios3
el mundo necesita comprender, de ahí una vida feliz
ESCUCHE EL TAÑIR DE CAMPANAS ALEGRES LLAMANDO A UNIR A ESA HERMOSA PAREJA...
ME ENCANTO LEERTE
FELIZ FIN DE SEMANA
ABRAZOS DTB
Brillante, brillante con un final brillantísimo. Recibe un abrazo.
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