LA MORITA

ENLAGA

Una morita lavaba 

Al  pie de una fuente fria

Ha pasado un caballero

Le ha dado los buenos dias
Buenos dia mora bella Buenos dias mora linda

Retírate de la fuente De la fuente cristalina

Que va beber mi caballo De esta agua pura y linpia.

 No soy mora, caballero, que soy cristiana cautiva;

me cautivaron los moros el día de Pascua Florida.
   ¿Te quieres venir conmigo?   

De buena gana me iría; mas los pañuelos que lavo,

¿dónde me los dejaría? 
 Los de seda y los de Holanda, aquí, en mi caballo, irían

y los que nada valieren

El agua los llevaría
Y mi honra, caballero,

¿dónde me la dejaría?   

Aquí en la cruz de mi espada,

que en mi pecho está oprimida. 
Por ella juro llevarte hasta los montes de Oliva.

La hizo subir al caballo y a su casa la traía.
  Al pasar por la frontera la morita se reía.

El caballero le dijo:  ¿de qué te ríes, morita mía ? 
 No me río del caballo,

ni tampoco del que guía,

me río al ver esta tierra,

que es toda patria mía.  

Al llegar a aquellos montes,

ella a llorar se ponía.   

¿Por qué lloras, mora bella?

¿Por qué lloras, mora linda? 
 Lloro porque en estos montes mi padre a cazar venía.

 ¿Cómo se llama tu padre?  Mi padre, Juan de la Oliva.

 ¡Válgame la fe de Dios y también la de María! 

¡Pensaba traer una esposa y llevo una hermana mía! 

 ¡Abra usted, madre, las puertas,

ventanas y celosías, que aquí le traigo la rosa 

que lloraba noche y día! 

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  • Autor: ENCARNA (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 1 de junio de 2013 a las 11:05
  • Comentario del autor sobre el poema: coplillas aceituneras
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 17
  • Usuarios favoritos de este poema: Tyr
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