Amado mío, amor de mi vida,
mira como espero sentada en la distancia,
mis ojos parecen abandonar su nido
de tanto surcar el horizonte,
buscando tu imagen y fragancia.
¡Cómo deseo percibir tus pasos!
O recibir en mis manos una carta.
Mustias están las flores en el jarrón blanco
y yo extiendo mi vida
tratando de alcanzarte,
pero mi sombra cada día se adelgaza
y tras mi espalda parece sepultarte.
Como necesita mi corazón de ti
que por sus venas la tristeza vierte
y cae de mis ojos una cascada caliente
que el frío congela y la vuelve inerte.
Tanto te he sufrido amado mío,
he mordido mil veces tu nombre
y en un suspiro he clamado a Dios
solo por verte.
He vivido el duelo de tu ausencia larga
entre flores negras y esperanzas verdes.
La locura ha llegado en noches de fiebre
cuando te he amado despierta en sueños
y que la alborada nuevamente duerme.
La sed de ti aniquila mis fuerzas
y ya no soy ese árbol perenne
que sobre la tierra se alza.
Amado mío, en esta ausencia,
es mi tristeza la que habla
y el abandono de mi alma.
Tan solo desearía verte...
o recibir mañana, tan solo,
de ti ... una ansiada carta...
Y aquí espero,
sentada en la distancia.
Liel
- Autor: Liel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de junio de 2013 a las 22:53
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando se extraña a ese ser que llena con solo su mirada, tu vida.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 72
- Usuarios favoritos de este poema: Tizzia Holwin
Comentarios2
Liel... Has escrito algo muy bello en un tono que yo amo.
Te abrazo
Me lo llevo
Y luego que uno escribe, el alma se serena y goza.
Gracias por estar aquí.
Un abrazoooooo
Gracias gato por dejar tu pasito aquí.
Saludos
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