Son ustedes tres luceros
Que iluminan mi camino,
Regalos del Dios divino
A quien pedí con esmero.
Llegaron los tres a mi vida
Para alegrar mi existencia
Dándome amor y paciencia
Para dirigir sus vidas.
A mi Dios yo le pido
Sabiduría para hacerlo,
Pues crecer quiero verlos,
Llenando siempre mi nido.
Pequeños como el cimiento
Que coloca en la tierra
El labrador que se aferra
A una cosecha florida,
Que devuelva a su mano herida,
Frutos para el sustento.
Cuidarlos es mi deber
Y seguir su crecimiento
Estar a su lado cada momento,
Abonando sus raíces
Para que sus flores, al abrirse
Demuestren que he cultivado
Los frutos que Dios me ha dado
Y que al mundo he de entregar,
Como cosecha sin par
De un labrador abnegado
Mis manos que estuvieron vacías
Ya nunca más lo estarán. ..
Y mis heridas sanarán,
Gracias a su amor cada día.
- Autor: Pedro Pérez Vargas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de junio de 2013 a las 00:24
- Categoría: Familia
- Lecturas: 81
- Usuarios favoritos de este poema: clonariel, Yoseilyn, nellycastell
Comentarios6
hermoso
Gracias!
El amor que muestra a tus hijos es inigualable
Te agradezco mucho
Ese amor inconfundible que nos hace grande para servirle a ellos. Muy hermoso tu poema amigo asi como tus hijos. Un abrazo poeta.
Agradezco mucho sus palabras. Soy nuevo en poemas del alma. Fuiste la persona que primero comento' mi primer poema. Gracias infinitas. Le ofrezco mi amistad.
Hermosa poesia y hermosos nenes, este es, sin dudas un regalo invaluable que siempre van a apreciar y que nadie podra quitarles: un verso que expresa el amor mas puro.
Saludos
Muy profundo poema. Es uno de los que más me gusta. Lo he leído varias veces porque expresa nuestro deber como padres, y nuestro agradecimiento por tan gran regalo que Dios nos da.
Gracias Pedro
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.