Admito que he sido intransigente
y que me ha faltado comprensión:
a mí se debe principalmente
el fracaso de la relación.
Me duele, empero, profundamente,
quiero que sepas, esta ruptura
y abandonar, quizá para siempre,
nuestro dulce nido, por mi culpa.
Tú me exiges partir hoy;
yo respondo: «Sí, me voy,
pero deja, por favor,
déjame la puerta abierta,
para el día en que yo vuelva
ya con otro corazón».
Muy posiblemente no me entiendas
si te digo: «Pese a mi dureza,
créeme: nunca dejé de quererte;
más que nada actué inconscientemente».
Ahora sé cuánto vales, cuánto
pierdo por mi gran insensatez,
pues te lastimaba al suponer
que te tenía garantizado.
Tú me impones partir hoy;
yo replico: «Sí, me voy,
pero deja, por tu alma,
déjame la puerta abierta,
para el día en que yo vuelva
totalmente transformada».
Mi presencia ya no la soportas,
siento. Tienes razones de sobra:
no te di la atención que mereces,
no te ponía cara sonriente
cuando salías, cuando llegabas,
sin notar que de mí te alejabas
cada día más en tu interior.
Ahora yo marcho a purgar mi error.
Tú me ordenas partir hoy;
yo repongo: «Sí, me voy,
pero deja, te lo ruego,
déjame la puerta abierta,
para el día en que yo vuelva
convertida en un ser nuevo».
- Autor: Juan de España (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de junio de 2013 a las 16:22
- Comentario del autor sobre el poema: Canción inspirada en la canción de un sueño cuya protagonista parecía reflejar la dolorosa experiencia de una amiga mía que acabó divorciándose con sentimientos de culpabilidad. Lo pongo en labios de mi amiga.
- Categoría: Perdón
- Lecturas: 235
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