En días como estos…
en los que el dolor físico,
es un poco mas fuerte…
que el dolor de mi corazón.
Necesito esas caricias…
que aliviaban cualquier malestar,
esas palabras de aliento…
que me ayudaban a seguir adelante.
Ese: ¡Por favor cálmate!,
que detenía el rio de lagrimas…
que brotaba por mis ojos.
Y…esa mano que levantaba mi cara,
cuando lo único que quería…
era hundir mi rostro en el pavimento,
y dejar de existir.
Y ese: “Siempre estaré ahí,
para cuidar que todo este bien”…que decías,
cuando parecía que todo la gente,
que aprecio..
hubiera desaparecido.
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