Desde el fondo infinito de tus ojos
me llegan los sollozos apagados,
las palabras ahogadas, los gritos silenciados
de un lejano crepúsculo sangrante.
Que desgarró impiadoso nuestras almas.
calcinando aquellas ansias desbordadas
con el último estertor de aquella tarde.
No esperaba el regreso, no lo quiero,
ni esta carga de lechos herrumbrosos
Inmutables testigos de un pasado
que nació y se murió en un solo instante,
para que finalmente, nada nos amarre…
Ni el ansia contenida en las entrañas
ni el reclamo sensual de una mirada
Solo es un resabio, opaco y mortecino,
lo que ofrece el matiz de tu mirada
Y yo arrastro los vestigios del despojo,
que dejó esa desunión atormentada…
Ya ni el eco sensual de las palabras,
ni el aroma que la pasión dejaba
habitan los resquicios de mi alma.
Te tuve y me tuviste en la porfía.
Pero no fue el amor.
Tan solo ha sido un instante fugaz,
un destello en el alma
y el olvido...
Hoy un fantasma nudo, entre esa nada,
perturba aquellas ansias ya cansinas
con el gesto procaz de tu mirada
que pernocta en los pliegues de mi almohada…
© Copyright: Edgardo Donato Díaz - 2005 - "Cien Poemas de Amor"
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Autor:
Edgardo Donato Díaz (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 6 de junio de 2013 a las 16:49
- Categoría: Amor
- Lecturas: 26
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