...

Una vez entre a un café, de esos de intelectuales en el centro, y escuche a un sujeto que rimaba diciendo:
     “… Todas las y los o aquellos que piensan en vos, se pierden en medida que somos más los las o aquellos quienes no debemos ser; entonces vos me dirás que allá a donde estas, los y las o aquellos del momento, lo olvidaran”. 

En mis pobres oídos escuchaba una fina rareza, mientras pedía un café mi acompañante le gritaba al mesero : cerveza.

Nunca me he pensado intelectual pero comencé a escuchar tal orador, al cabo de dos cigarros solo pensé:
     “Si mal no entiendo habla de una Julieta y  su arameo, aunque en voz de él, que cita a todos los, las o aquellos pero ¿a quién en especial se referirá con vos? y ¿aquello?; ¿Qué es lo que los hace los o las o esos que se pierden en espirales aunque siempre giren al lado derecho. ". 

Quise levantar mi mano y me vio feo la gente, yo veía en su simiente:
     -“Uno más de entre la gente; un militante de nuestra suerte;  ese, lo ves, el de allí, aquel que pretende”

A lo que yo les exclame con mi frente
     -“que puedo hacer esta mujer vio la fuente, aunque también pensaba en alicientes, me disculpo no soy de su especie, por favor dejen de ser tan hirientes, no sea que me fastidie y rompa sus dientes"

Acallados los y las de la mesa entre la fuente, en ese lugar de aquellos socialmente llamados inteligentes, escuche que finalizo aquél, aunque viéndolo bien tenía cara de muerte.

     “… de aquel, ese tal suceso; yo recuerdo que vos, tu, la de aquel, que estaba entre los, las y  que ahora a aquellos vas…me debes un beso, para con cerveza tratar de borrar y cafés amargos volverte a enamorar”.