EL BUZÓN DEL TIEMPO

Amor mío:

Quiero decirte como vivo sin estar junto a  ti.

Con el corazón lleno de esperanza despierto cuando los pájaros sienten el alborada. Una esperanza de encontrarte me invade, mirar tus ojos con ese color que no se definir. Tu sonrisa que casi conozco de invención. Busco en mi pensamiento dónde podrás estar e con quien. Sin celos, sin dolor, solo con tristeza de no saber de ti.

Sé que eres real, que vives, pero no consigo, llegar a ti.

Por veces pienso que ya no existas, que marchaste para allá del azul del cielo e que entre nubes blancas me miras con lastima por no poderes decirme algo que apague este fuego que quema mi ansiedad para saber de ti.

Otras, quizá sepa que nunca exististe, que sí que te he inventado para poder amar con todo mi amor, sin futuro.

Solamente sé que te quiero, que deseo mirarte, sentirte cerca, ya no pido un beso ni una caricia, solo mirarte.

La soledad es terrible, da miedo, temor, sufrimiento y nada soy en medio del silencio que no me contesta, te quiero, seas oh no real, oh si fuiste alguien oh nunca has existido.

Quizá en mi lejana vida pasada te he conocido, amado, deseado, no lo sé.

Siento tu presencia en el brillo del sol, en mis sueños, en la sombra del atardecer, desearía que cada lágrima posara muy suavemente en tus manos, cuando te necesito.

Mi grande e dulce amor, por senderos, oh por valles y montes te buscaría, ¿pero cuáles? El mundo es grande no lo conozco e sola seguro que perdida quedaría sin encontrarte.

Sé que te amo, con toda mi alma, sé que sin ti soy algo sin definición, solo una soñadora, que cuando despierta pregunta el porqué de no haberte tenido en esta vida.

Perdona amor mío, no te culpo de  nunca me haberes buscado, quizá ni sepas que existo, oh e existido en tu tiempo.

¡Te quiero tanto! Solo no me perdono si te he dejado pasar por mi vida sin darme cuenta, distraída por mi atención estar en quien no lo merecía. 

Ni dirección tengo para enviarte esta carta, por eso la escribo en el viento de la inmensidad del infinito.

Seas quien seas, estés donde estés, serás siempre mi grande y dulce amor, que no lo he vivido en realidad, pero que me sigue calentando mi corazón y soledad en el silencio del vacío de mi vida.

Sí un día por casualidad encuentres, guárdala, fue escribida con el corazón, de alguien que siempre te ha querido y tú nunca lo has sospechado.

Siempre en mi corazón, eternamente, guardaré el sentir de tu presencia, existas oh no.

Oporto 30 de Mayo de 2013

Carminha Nieves