Días y meses
han pasado
y las lágrimas
no han cesado.
La bella dama,
con un dolor
que clama,
ha cumplido su deber:
Con pasos lentos…
en el viejo panteón,
sin miradas ni atentos,
llora con pasión.
¿Por qué has partido
hacía mi Señor?
¿Por qué me has dejado
con mi dolor?
Mis puños he cerrado
y con razón
he deseado
sacar tu finado corazón
de las entrañas de la Tierra.
Mas no he podido,
amado mío,
en abono te has convertido
y tu alma ha partido
a presencia de mi Señor.
Heme aquí,
en esta tarde de dolor,
perdida de razón
llorando por tu amor
en derroche de emoción.
Una flor he colocado
en memoria de mi amado…
parto con mi corazón destrozado
en espera de mi llamado.
Una noche de licor
separó nuestro amor…
y ahora pregunto con dolor
¿Hasta cuando mi Señor?
- Autor: alexmm (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de junio de 2013 a las 02:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 63
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