- Acacias de color heladopresenciaron lo divino;erguidas desde su talloa erguidos cuerpos dolidosque divagaban en la brumade olorosa, opaca alcobaembarrada de un placer carnal. Si..! allá..! hasta afuerallegaron las vibracionesde voces de total entregay roces de maldiciones;se estatificaron las acaciasal radón de la locurapara quedarnos con lo temido. - Inerte el mundo al ruidoentre balanceos de fusióncontempló aquello que quiso,y fue vulgar aberración;mas dos singulares concienciasdialogaron en variada cópulade amor, delirio e inmortalidad. - Nadie intentó aceptarun amor de fiel lujuria;aquel respeto y amistadse rompió en la penumbrade la seducción recíproca,cíclica interpretaciónde bestiales instintos profanados. Cual ha sido el pecadode mortal pena y castigo,amar desde el pasadoo en la inocencia de un niñoa una mujer como cualquiera,distante polo en oraciones,cercana a un maldito cuerpo. - No es bien visto el hechoque dos prohibidos se amasen,fatal si calientan el lechodonde sus desnudos acoplasen;morirá al instante la vida,no habrá movimiento alguno,sólo fuego que todo arrasará. Qué cosa pasaráal romper terrible mito?,nada extraño cambiaráque de lo normal a lo prohibido;me invaden locas ansiasde recorrer tu piel con mi boca;es mío también el deseo... vivámoslo..! - A un topar de íngrososcuerpos desparramados,millares de fervorososestigmas se borraron;en desdoro, hecho repugnantefue catalogado lo nuestro,entonces el pueblo vió la destrucción. - Nuestros cuerpos en emoción excitante, yacen sin vida,y desde la eternizaciónesperamos la agoníadel fuego que avanza lento,que en carne propia llevamosaún vivo, hasta la infinidad. Maldita temeridadque nos condenaste a la muerte,no mendigamos caridadporque amarse es una suerte;una mujer prohibida,un hombre repugnantehacen pareja, en los campos del dolor. - Quietos... ya frente al calorempezaba a consumirsecarne roja, al fragorde la grita que por expandirseel deseo a la soledadhacían quienes murmuraronlo que pasaría, si nos condenaban a muerte. Ahora creo tenertevida, con más ganas,te llevaré de lo inerteal esplendor de las acacias,confundiremos la amarguracon el dolor y el silencio del éxtasis,como náufragos perdidos en un mar desolado. - Como refugio obligadoacogeremos a los distintoslugares que abrigamoscon pensamientos queridos,fingidos por la impotenciade realizarlos frente a un públicoignorante, dueño de lo superficial. - No habrá fuerza totalque cambie el destino;vivimos en lo fatal,exquisita función del delirio;siento más fuerte tu vientre,con tus besos me devoras,la verdad... es que siempre nos amaremos...
- Autor: ULISES CAPELO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de junio de 2013 a las 11:20
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 39
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