Te veo, te siento, te libo

Que hermoso alborecer nos manifiesta
refugiados dentro de ambiciosos sueños
viendo el despliegue de un nuevo día
viendo clausurar dos estrellas sin dueño

 

Como el circunvolar de dos aves
que son libres de todo sentir
revolotean sobre aquel cielo blanco
donde mis besos deseo imprimir

 

No soy dichoso sin el asir de tus manos
que sin recelo no logro obtener
solo deseo unir infinitos surcos
que se funden y se les ve florecer

 

Se les ve florecer de forma apacible
el calor no es lo unico que une
es el cariño quien hace esto posible
será su contacto lo que me vuelva inmune 

 

Aquella es la rosácea humedad
que en petalos tiernos yace sin piedad
arrebatan toda futil discreción
indispensable para disimular la tentación

 

Aquella es la dulce hamaca
donde desos duermen sin estorbo
solo necesito señales de esperanza
de aquella miel solo pido un sorbo