A. era una sicaria,
robaba corazones,
los ponía dentro de
un pequeño cofre y desde allí
extorsionaba a sus víctimas.
Estos eran deplorables
Hombres sin rostro,
malvados que habían aprovechado
de dulces y prometedoras intenciones.
Actuando cautelosamente A. para no ser
descubierta, mas cuando caían ya era tarde...
Quedaban atrapados en el cofre.
Y su condena era ver la vida
desde ahí...
Miraban como sus mujeres que
habían sido maltratadas, reahacían
su vida y eran felices
con otros señores galantes
y respetuosos, dignos como ellas.
O estaban otras solas y alegres
compartiendo con distintos animalillos...
- Autor: rosi12 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de junio de 2013 a las 02:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Ramón Bonachí
Comentarios4
muy merecida la condena..... like
TAMBIEN EXISTEN LAS VIUDAS NEGRAS...
NO A LA VIOLENCIA...
BUENA ONDA
JUAN MARIA
a las viudas negras le llamo a las arañas ....si alguien entendió es de saber cuidarse...quien cada quien sabe como .....muchas caen presas
y sin acudir o a veces acudiendo a los centros son victimas de violencia aunque tambien ahora hay hombres golpeados por mujeres asi que la ley desgraciadamente se esta equiparando en cuanto violencia ....a cuidarse y disfrutar el día a día
Una poeta justiciera! Qué original manera de castigar a los "malvados"! Me gustó y seguiré buscando tus poemas y prosas: macridi
cuando escribes sos un poco de todo sale naturalmente ni poeta ni justiciera si voy a ser justa, me gusta escribir...gracias por tu comentario de todas maneras que tengas un lindo día
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