A veces llegan de sorpresa como una visita que no espero
una imagen, un recuerdo rozan algún punto del alma
y entonces aparecen exactamente por la misma puerta
miro el paisaje y se ve lluvioso, se ve húmedo todo
incluso el fondo del alma se pone con charcos, lodoso.
Y aunque distintas todas traen una queja parecida
unas tienen el dolor de sentirse acechado por la espalda
la traición de la sonrisa falsa mientras construyen la trampa
un frío de cuchilla en el alma cuando te mienten sin pena
cuando uno rejunta en pedacitos el ideal, el camino y el paso
Unas dan un golpe fuerte en la parte izquierda del pecho
por las semillas que no sembré, por lo que debí haber hecho
se siente el dolor por un muerto, el tiempo que ya se fue
y con él yo y también buena parte de mis sueños.
Llegan en ciertas horas y tienen sus propios motivos
por ejemplo pienso en Ti y todo lo que quise ser de hijo
miro el camino andado, le resto el sueño y entones gimo
con dolor acepto que estoy abajo aquí abajo
y Tú te me haces alto, perfecto, imposible.
Y mirando todo humedecido, me reclamo ser Tú hijo.
En ciertos casos son nostalgia por el tiempo ya vivido
y esta sensación de retorno, como de día atardecido
con un saberse pasado, puesto a la orilla del camino
que en este día de la vida son las tres, casi anochecido
Se mira el paisaje, la gente, el camino, como en adiós
como quien se sabe de vuelta, hacia el gris destino
Unas causan un punzante ardor en los ojos
y un hueco grande de ausencia de siente en toda la vida
como si tu no estuvieras, como si ya te hubieras ido
Entonces estoy solo aquí conmigo y con ellas
mientras todo se mira húmedo, empañado
el jardín, dentro de casa, el cielo, todo todo humedecido
como si la vida y el alma fueran un gran invierno.
- Autor: mario mena (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de junio de 2013 a las 20:44
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 73
- Usuarios favoritos de este poema: Jareth Cruz
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