Un horizonte
Una flor envenenada
Un cayado, clavado, yerto,
encima de la pureza
de aguas drenada
del desierto
En medio,
de ninguna parte, yace un hombre
petrificado...
cayado, flor y hombre
camino, esperanza y vida
muerta en vida
pero viva, renacida
espera su turno
y engaña, mientras así duerme
al destino,
porque el mismo eligió descansar
tumbado, solo y tranquilo
contemplando el horizonte
horadando su camino
palpitando al compás
de las estrellas,
del rocío envenenado
así ha elegido
su por qué, su cuándo, su sino
su muerte dulce, y una vida
que quizás
comenzando ha sido
- Autor: Discóbolo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de diciembre de 2009 a las 06:23
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 110
Comentarios1
TRISTE PERO SENTIDO....BESITOS
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