Paso ya nuestro tiempo
En las esteras de pasión.
Pasaron los gemidos, las caricias,
Las cobijas en el piso tiradas
Pasó tu cuerpo por el mío
Y dejo a su paso beatitudes.
Mientras degusto este vino
Siento deseos de volver a vivir
Aquellos instantes eternos
Cuando tu piel tocaba mi piel…
Mas la llama la extinguió tu traición
Dejo en mi, algunas penas,
Sañas al ver tu cuerpo sobre el de ella
En esas mismas esteras
Que tiempo atrás compartimos.
Ahora revive en mí el deseo,
Mientras me termino la copa,
De sentir de nuevo tu piel
De sentir tus labios sobre mí,
De acariciarte al amanecer,
En la bañera, en la silla, en la mesa…
Y en cada rincón de este cuarto,
Desde tu traición, solo e insoportable.
El fuego extinto ha vuelto a arder,
Es tu cuerpo el que quiero morder
Como quien muerde a la culebra en la boca
Sin importarle que la vida pueda perder,
Es mi piel que por la tuya está loca,
Mas acalla orgullosa.
- Autor: JORGE ENRIQUE MEZA BLANCO (JEMBAS) (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de diciembre de 2009 a las 10:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 119
Comentarios4
Cuentas una historia completa en tu poema, una historia que te duele pero a la vez motiva el encender la llama de la pasión, a pesar de lo sucedido.
Son insondables los misterios del amor (o del deseo).
Saludos, Jorge.
Es duro enfrentarse a una traición; a veces también nuestro propio orgullo nos juega malas pasadas y nos es difícil perdonar.
Petonets,
Libra *M*
Uy Jorge, que tema eh? difícil y tan real, a veces eh?
Bueno pero lo plasmaste en una hermosísima poesía.
Dolorosa y pasional.
Muy buena
Besos
termendo poema...
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.