Como en un derramar rojizo de las venas,
por cuevas y cavernas impera el egoísmo,
mezclándose con los molinos de las penas,
transita el descarado dolor,
cargando su cinismo.
Murmuran estruendosas las cadenas;
¡Oh, miserias!...
En todos los rincones de un apocalíptico rio,
embaucando a la pobreza como ferias,
y a todas las pieles,
de los desvalidos por el frio.
Todo sigue su rumbo… desconocido…
al delicado amor siempre, atormentar lo quieren;
no existe ningún amigo, solo queda el mendigo
que al quemarse en troncos secos,
entristecido muere.
Aislando o sepultando a los caídos
que mutilados fueron en sus despiadadas guerras,
esferas… donde los aires, ya no vuelven a sus nidos
ni al endemoniado calor de sus cegueras.
Vagando siempre están por sus mentes
el poder escapar de sus profundos abismos,
bordeando por los linderos de sus muertes
van copulándose entre sí mismos.
De la mano van…
Hacia su inalcanzable ¡libertad!
¡Pisoteándolos todos están!
Enlodándolos con el odio de su maldad
Los doblegan… los encarcelan…
Cautelosos los enredan en un ¿qué dirán?
enjuiciándolos con indebida manera
siendo juez y parte de su oscura necedad…
Crudeza… egoísmo, fuente de impiedad
es nuestra cruel naturaleza…
Que un día fue creada con sublime bondad.
(victolman)
por cuevas y cavernas impera el egoísmo,
mezclándose con los molinos de las penas,
transita el descarado dolor,
cargando su cinismo.
Murmuran estruendosas las cadenas;
¡Oh, miserias!...
En todos los rincones de un apocalíptico rio,
embaucando a la pobreza como ferias,
y a todas las pieles,
de los desvalidos por el frio.
Todo sigue su rumbo… desconocido…
al delicado amor siempre, atormentar lo quieren;
no existe ningún amigo, solo queda el mendigo
que al quemarse en troncos secos,
entristecido muere.
Aislando o sepultando a los caídos
que mutilados fueron en sus despiadadas guerras,
esferas… donde los aires, ya no vuelven a sus nidos
ni al endemoniado calor de sus cegueras.
Vagando siempre están por sus mentes
el poder escapar de sus profundos abismos,
bordeando por los linderos de sus muertes
van copulándose entre sí mismos.
De la mano van…
Hacia su inalcanzable ¡libertad!
¡Pisoteándolos todos están!
Enlodándolos con el odio de su maldad
Los doblegan… los encarcelan…
Cautelosos los enredan en un ¿qué dirán?
enjuiciándolos con indebida manera
siendo juez y parte de su oscura necedad…
Crudeza… egoísmo, fuente de impiedad
es nuestra cruel naturaleza…
Que un día fue creada con sublime bondad.
(victolman)
- Autor: victolman (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de junio de 2013 a las 00:22
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
- Usuarios favoritos de este poema: nellycastell, JADE FENIX, Sophia Sea, DAVID FERNANDEZ FIS, Poemas de Pepita Fernández, matteo, la negra rodriguez, claudia07
Comentarios5
Muy buenas letras llenas de una real verdad, el hombre es víctima del propio hombre que lo sentencia a un mundo impropio y sin derechos amante de la necesidad. Un abrazo Vic.
Tus letras como siempre de una profunda y certera verdad.
Muy bueno.
Un fuerte abrazo amigo.
siempre tus letras llenan el espíritu
de belleza
QUÉ HICIMOS CON EL PARAÍSO HEREDADO?
Con un cierre que está todo dicho
"Crudeza… egoísmo, fuente de impiedad
es nuestra cruel naturaleza…
Que un día fue creada con sublime bondad."
UN ABRAZO, AMIGO VICTOR, PRECIOSO POEMA !!!
Eso es lo que tenemosa en el mundo amigo, es uan triste realidad gran poema dicho de la foprma mas clara.
besos.
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