Una despedida:

Mis cartas perdidas III

El fin se acerca, y la tormenta esta a un paso de dar su golpe más duro, y  por mientras, la guerra está presente en dos lugares, en mi mente y en el campo, que ironía que la mas difícil sea en mi mente.

Un explosivo cae junto a mí, Pronto siento un gran dolor en el pecho, no recuerdo mucho después, despierto y estoy con un gran cansancio que me inmoviliza, hay sangre en todos lados, no distingo sonido alguno más que el de un zumbido que parecería que anuncia mi fin, solo veo a este campo de guerra que es igual al mundo en una gran sociedad, una gran frenesí de inconstante locura y batallas personales.

Justo antes de sucumbir ante la vida, recuerdo mi última batalla personal con la persona que más aprecio, y como cualquier guerra, nunca hay ganadores, fue algo más que terrible, perdí todo.

Isabela III

Querida isabella, temo que lo peor ha pasado, logre el que me odiaras, logre que me despreciaras, por que En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser (Shakespeare), yo intente ser alguien que te pudiera salvar, pero olvide quien soy, me convertí en alguien cruel con mis acciones,

Olvide que el sinsajo puede volar solo, y puede levantarse solo, que siempre podrá corregir su rumbo, solo hay que dejarte ser como eres,

Debo de recordarte que yo me convertiré un tu ángel guardián, es un placer serlo y a la vez no, me tocara mostrarte el camino de la forma más cruda, y más importante debo dejar que elijas cual camino escojas, seguramente que estas en la espera de ver si tu destino toma un rumbo inesperado, ya que algunas acciones te pondrán en 2 caminos, no puedo decirte mucho, más que como tu ángel guardián, seguirte protegiendo de los males y demonios que acecharan en tu vida, y no dejarte caer

Hoy que cada vez estas mas lejos de mí, solo te pido voltear hacia mí, ya sea como despedida o como perdón