Caminante de las estrellas II

Dices que nuestros cuerpos,

Unidos en el anhelo,

Se presienten se intuyen,

Se imagina uno al otro...

Y que tu lengua tímidamente se asoma

Y roza, amorosa y trémula

Mi piel a la distancia

Caminante de las estrellas

Soy tu luna y en mi vientre llevo el fuego

Por mileños contenido

Por las ganas comprimidas

En recónditas esferas del cerebro

Dices que te gustó la imagen hechicera,  

Caminante son solo líneas embriagadas

De la necesidad de Ti, de tus besos, de tus ansias,

Ven enciende las huellas de tu paso en mi delirio.

Sabes que existo, que están en mí y has podido contemplar

La luz que hay en mi vientre

Dices que tienes la tinta para mis  versos,

Aunque Tú no me puedes ver

En la oscuridad de la ausencia, que el destino impone...

Y que vienes ansioso por abrazarme

Con tus brazos rasgados por las espinas de la ausencia,

Por besarme silencioso con tus labios secos,

Por la falta de que te hacen mis letras.

Te he pedido mil veces que no dejes que mueran mis versos,

Que seas la tinta que deje que mi pluma marque tu huella viva

Dices que desde el ayer y hacia el mañana,

Me quieres siempre contigo,

Que quieres que mi voz te tome de la mano

Y que  te permita soñar conmigo

Dices tantas cosas y no sé  quién eres;  

No sé si eres real…no sé si  existes….

Solo te veo en mis más bellos y tristes  sueños

Como una sombra que me atormenta y me tiene prisionera

Que cada vez que llega toma de mi mano

Y me hace seguir soñando…

Caminante de las estrellas,

Tú sabes que soy la luz

Que iluminará  tus recorridos nocturnos.

Alza tu mirada al cielo y verás una musa

Abrazada a luna para contemplar tus sueños.