Con mis ordinarias manos de alfarero antiguo, bien mío, construí el cántaro donde purifico el agua que extraigo suavemente para ti del aljibe que me surte del vital líquido en la humilde covacha donde vivo desde hace milenios, cansado ya de tanto ruido, de tanta vaciedad y de tanta indolencia.
Cerní con cedazos de variados calibres la arcilla que extraje de la garganta, rebelde e insumisa, de la tierra del huerto donde siembro las plantas que al desarrollarse fructifican para proporcionarme el alimento nutricio que comparto contigo cuando me visitas cada centuria y las flores de diferentes coloridos y dimensiones que te obsequio para que goces de su perfume y luzcan orondas en tu cabellera de cascada.
Tú eres el cántaro, bien mío, que alimentas mis resecos labios sólo con las huellas indelebles de los tuyos que quedan en su arcilla cuando lo colocas en tu boca, que yo no limpio para sentirte siempre en mi covacha, aunque estés a millones de leguas de distancia.
Amo a ese cántaro, bien mío, porque en él está la humedad deseante y sensual de tus labios.
¡Cantaro prodigioso, bien mío, que nunca se romperá porque lo construí con imperecedera arcilla de amor!
- Autor: rodulfogonzalez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de junio de 2013 a las 09:27
- Categoría: Amor
- Lecturas: 24
Comentarios4
Buena poesía, amigo. Mis felicitaciones por tu inspiración.
Un abrazo.
Ruben.
Gracias, amigo. Un gran saludo desde mi oprimida Venezuela.
Rodulfo González
Desde tu oprimida Venezuela... nos deleitas con unas hermosas letras
Es maravillosa la poesía a pesar de nuestro entorno, florece cuál flor en un desierto.
Un abrazo Eladio
Eres increiblemente generosa con mis textos poéticos. Te quiero mucho, Eladio
Y yo a ti hermoso
Besos
Excelente tu poesia Rodulfo, placer leerte.
Feliz tarde .
Es muy gentil de tu parte alabar mis texos poéticos. Un saludo desde mi tiranizada Venezuela. Eladio
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