Ese sonido de las hojas chocando,
del aire encrespado entre cada inerte ser
que se mueve al vaivén del aire,
esperando por el agua, por el sol y por el aire
Por el aire que se vuelva a encrespar en sus hojas, en su tallo;
silbando la melodía de los dioses de nuestros antepasados,
para que un hombre camine entre los campos de maíz.
Te doy el viento,
te doy el oro de la tierra y sublime dolorosa existencia de los hombres
que se unan con la eternidad y lo sagrado de la vida
de un maíz...
- Autor: MaximoXmo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de junio de 2013 a las 00:21
- Comentario del autor sobre el poema: Te doy el viento, te doy el oro de la tierra y sublime dolorosa existencia de los hombres
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 138
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