I
Las primaveras suelen ser eternas,
misteriosas en su devenir
de polen y flor…
Las hojas verdes crecen,
en los prados y los montes,
y las bestias en su misteriosa
mirada ven como corona
la primavera.
II
Recuerdo que el amor
existe en las estaciones,
como aroma de nardos penetra
en los días radiante
de luz y calor,
las historias de amantes
entregados
florecen como el cielo
en primavera.
III
Así, eternamente
silenciosamente, profundamente
las primaveras llegas cada año,
con sus hordas de abejas,
con sus lunas radiantes
y sus soles eclipsados,
poco a poco
en su infinita existencia
las primaveras
van sucumbiendo.
- Autor: Damian. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de junio de 2013 a las 17:30
- Comentario del autor sobre el poema: Bueno amigos, hoy le dejo este poema, espero pueda ser de su agrado....
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- Usuarios favoritos de este poema: nellycastell, clonariel, JADE FENIX, ROSEMARIE M CAMUS, miriam quintana, Edmundo Rodriguez, rosi12
Comentarios6
Recuerdo que el amor
existe en las estaciones,
como aroma de nardos penetra
en los días radiante
de luz y calor,
las historias de amantes
entregados
florecen como el cielo
en primavera.
Muy Buenos versos amigo, que me gusrtaron disfrutar. un abrazo.
Muchas gracias Nelly por tu maravilloso comentario, es gratificante para mi,
saludos.
yo te contrasto tu bello poema primaveral con uno de Neruda sobre el invierno
Pablo Neruda
Jardín de invierno
Llega el invierno. Espléndido dictado
me dan las lentas hojas
vestidas de silencio y amarillo.
Soy un libro de nieve,
una espaciosa mano, una pradera,
un círculo que espera,
pertenezco a la tierra y a su invierno.
Creció el rumor del mundo en el follaje,
ardió después el trigo constelado
por flores rojas como quemaduras,
luego llegó el otoño a establecer
la escritura del vino:
todo pasó, fue cielo pasajero
la copa del estío,
y se apagó la nube navegante.
Yo esperé en el balcón tan enlutado,
como ayer con las yedras de mi infancia,
que la tierra extendiera
sus alas en mi amor deshabitado.
Yo supe que la rosa caería
y el hueso del durazno transitorio
volvería a dormir y a germinar:
y me embriagué con la copa del aire
hasta que todo el mar se hizo nocturno
y el arrebol se convirtió en ceniza.
La tierra vive ahora
tranquilizando su interrogatorio,
extendida la piel de su silencio.
Yo vuelvo a ser ahora
el taciturno que llegó de lejos
envuelto en lluvia fría y en campanas:
debo a la muerte pura de la tierra
la voluntad de mis germinaciones.
Muchas gracias por tus palabras amigo.
Neruda, valla grande como siempre, a mi en lo personal, la poesía de Neruda me embriaga, es alucinador descubrir cada verso, cada palabra es exacta.
Un saludo para ti amigo.
Aawww me encanta, le da el colorido la hermosura, el vigor, para enfrentar los desafíos diarios.
Bello.
Un fuerte abrazo amigo.
Muchas gracias JADE por tus magnificas palabras y tu lectura, es para mi un gran honor tu comentario, no te había respondido ates ya que estaba de viaje.
Hola Damian, un gusto leerte, un abrazo
Jaruco
Tu como siempre dejando tu maravillosa huella en mi pequeño espacio, muchas gracias...
no te respondí antes ya que estaba de viaje...
No te preocupes, siempre hay tiempo para todo y lo importante es que estas bien y en casa......
Qué bello poema a la primavera!
Sin duda una estación llena de esperanzas...
de renacimiento y color.
Buenos versos...
🙂
Muchas gracias por tu lectura y tu magnifico comentario,
saludos y abrazos.
Hermosos versos
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