En una mañana triste de junio

Una mañana triste de junio partiste junto al padre celestial, no pude despedirme de vos, te llevaste contigo mi amor por ti, y muy buenos recuerdos compartidos juntos, hace doce años que te fuiste y es como si fuera tan solo ayer que ya no estás aquí junto a mí.

Es difícil aceptar la decisión de Dios cuando decide llevarse a las personas más queridas al cielo.

Aunque pase el tiempo, aun caen lágrimas de tristeza al no tenerte en cuerpo y alma  compartiendo la vida junto a tu familia.

Durmiendo te fuiste de este mundo terrenal para un mundo celestial sin despedirte de nadie, sin decir un adiós. Se fue apagando de a poco tu fortaleza, tu luz interior.

Te fuiste hace 12 años un 14 de junio y aun parece ayer que yo estaba junto a vos riéndonos, compartiendo juntos en familia, a pesar de los años aun tu recuerdo vive en mí y en cada uno de tus familiares, parientes y amigos más cercanos.

Quisiera  retroceder el tiempo y cambiar ese momento para que así estuvieras con nosotros ahora pero lamentablemente eso no lo puedo hacer, es la ley de la vida, unos mueren y otros viven, nada es eterno.

Muchas cosas han cambiado desde que te fuiste, muchas personas más han partido dejándonos tristez y otras más han nacido para alegrarnos la ausencia de los que ya no están.

En una mañana triste de junio, a partir de ese día tu ya no estás dejándonos partiste cambiando nuestras vidas para siempre pero algo no ha cambiado, nuestro sentimiento por vos, te amamos siempre a pesar de que ya no estás,  te recordamos siempre como si fuera ayer que te fuiste de aquí.