Soy un hijo huérfano
desterrando estaciones.
A tiempo la muerte
ya es poesía…
Km 1
Desde la pequeña vereda del sueño
los habitantes de la cordura con
sus cantos aceleran nuestros ritmos
infatigables corazones sordos.
Piernas pies como arados
dejan estelas de alucinaciones
sobre el asfalto gélido.
Llaman y llaman pero qué falta,
donde están tu nombre?
Tu calle y tu desvelo
este túnel iluminado de sensaciones
solamente estás donde yo te busco.
Vos ves la Cruz del Sur?
A la intemperie tu leve sombra
de mi mano pasando por mi cara.
Me diste la distancia entre mesas vacías.
Fui indiferente porque en el fondo es todo.
Los perros que vagabundean mascullan
sobre nuestras cabelleras, gorros y vinchas.
Mi cuero y mis murmuraciones cruzaran
este túnel que transita en el tiempo.
Conmigo dos terrones de te quiero…
Km 2
Hablemos tenemos 6 minutos
De vuelta elongamos
las tardes deshojadas.
Por la Avenida Arturo Illia
los tilos retrotraídos confían
en la revolución primavera.
Hermana luna
tu media luz sisada
cuelga de mi piel.
La ciudad en excusas histéricas.
Hace frío, no hay abrigo, ni morfina.
La cifra se repite
la fiebre hora a hora.
km 3
Necesito esa puerta de tu mundo
Desclavo dos de azúcar verde.
Paisajes con cordones atados
esta noche sombras
de lechuzas roncas.
Esférica mi sangre.
Razones técnicas, los tramos
el cambio de aire
conspirando entre cada dedo.
El agua embotellada
sedosa la palma que la transporta.
Azules los días que sostengo.
Así la tomo dependiendo
de los ciclos infinitos…
km 4
Mi cara recta levantando
hipnotizados los ojos.
Mis labios ásperos al aire glacial.
Entumecido mi tótem.
Multiplicando los movimientos de la lengua.
Esta es manera de sentir.
La memoria en mis pies.
La atención en mis codos.
Índico a mis rodillas
un hueco de palabras lavadas.
Entonces el esqueleto urde
solo se me ocurre aumentar la marcha.
Km 5
Recuerda que evolucionamos.
La pintura es una señal.
Hay alguien en el Ranking
que cuerda del todo.
Si vas a gritar hazlo en alta intensidad.
Pensar no es asimilable a cierta velocidad.
Debajo de mi nariz perforaciones.
Repasando en no golpear el asfalto.
El arma química en el interior
Intentamos vaciarnos del todo
La creencia es parte de la indumentaria.
km 6
En el camino sinuoso abundan las raíces
los chopos de cristal te retienen.
Eterna la madrugada
cuerpos como barcos
silenciosos, encallados.
La tierra se asienta
de otros es el cielo
si mis pies son ojos de aves.
Las luces deforman las formas anteriores.
Irradiando el sol, el fuego… todo sube.
La aurora se cuela
las palabras son atrapadas
brota sutil el poema.
Km 7
Algunos de nosotros apenas
ha estado aquí.
El resto insistimos en desaparecer.
Ser sólo un número de frente
con la cabeza hacia…
Hasta lo último querré agua.
Transitaré a través del fuego
para ir aún más agudo.
Es lo que necesito.
Probándome, probándome, probándome.
Afuera de mi puerta
los escucho susurrar.
Están tratando de sobrellevarme
nunca había ido tan difuso.
Hasta lo último querré agua.
Iré hacia el fuego
de los corazones solitarios.
Km 8
Has visto los cuervos
revisa tus pies.
La brisa, la risa, la turbina del avión.
Los rayos del rastrillo
las hormigas movilizadas
las nubes humanizadas.
Tierra que más.
Has visto el sol
revisa tu piel.
Km 9
Itinerarios en la música.
Es cierto que es así en mí.
Tarjeta postal sin destinatarios.
El poder del uno en aritmética
distingo protestante del uno en el ego.
Verme tenía que verme
en este fragmento desarmado.
Los reflujos de la almohada rio abajo
mirándome entre vidrieras.
Km 10
El fin azul, la página en blanco
Letras tumbadas desasociadas del resto.
Empieza sin desear
termina sabiendo porque
el azul está en blanco…
El infinito muy parecido al infinito.
El cielo cambio de color.
Mis cuerpo cambió el ritmo.
Los barcos buscan su cola en el remanso.
Rumorosas las hojas van a parar al calor de…
En fin, cuando junte las manos
todo será azul incombustible.
Km 11
Viento azul
de verde correas
Los brazos de rayos.
Quien galopa esta tempestad?
Km 12
De frente Brilla el sol.
Perdí de vista a los barcos.
Acercándome a los bultos
acorazados de piel
la evidencia solo apariencia.
La prudencia del ritmo de mis pernas.
Los aciertos a ras del suelo.
Mis manos acarrean sorbos de aire
cartas al amaneceres a
los fantasma del atardecer.
Y sin temor continuo libre.
Km 13
El espíritu se escapó al amanecer.
solazando huracanes
entre las extremidades inferiores.
El entorno es naranja.
El humo es que aun sobrevivimos.
Km 14
Debajo de la piel
agudos cristales.
Encendidas señales
la sed resignada.
El viento inmoviliza los parpados.
En las colinas asfaltadas
la sangre se curva en el agua.
Líneas maestras
inconmovible la verdad.
A paso firme se abren
los caminos al muro.
Palma con palma y
repetir a rabiar.
Km 15
Mi corazón late
le ruego que pulse
le exijo que bombee palabras
que han de pasar por
los ojales de los cordones.
Km 16
Líneas articuladas.
Espejos a pasos firmes.
Ríen, lloran las pieles
ajenas a sí mismas.
Algunos transportan almas
otros corren en busca de ella.
Km 17
La verdad rigurosa
el entrenamiento también.
Cuerpos relevan lo hondo del ser
Un sorbo de agua y más…
La reina a la intemperie.
El frio es tentador.
La ciudad daliniana
relojes derritiéndose
en muñecas de carnes.
Listones verticales aplauden
el paso de los corredores.
Por encima de los hombros
por encimas las viseras.
Km 18
Hombres de espaldas verticales.
El silencio primordial las manos en posición ok.
Después de todo la superficie se enciende.
Aves dicen que son horas
doradas las agujas demarcan el tiempo.
Las manos en posición ok
aquí va otra serie más de velocidad.
Km 19
Al alba la razón
se sorprende de los colores
que nacen y mueren.
Se da que la intemperie
opone su violencia.
Una masa tan real de inexactitudes.
Cabalgamos nuestras propias almas.
Usamos palabras como espuelas
la memoria empuja al kilometraje.
Piel antigua quien
narra corre con ellos.
El silencio hace al sentido.
El frio navega en láminas de cristal.
Soy tan frágil y callo.
Km 20
Mis huecos, ojos huecos
el sonido de palabras.
La conciencia maniatada a
destiempo de la medianoche.
Es tiempo de parpadear
y dejar que corran las nubes
en el murmullo de la palabras.
Siluetas de marionetas
el papel las tijeras
en el hueco de mis ojos.
Las hojas en la tierra
el agua trasvasa blanda
tanteando la eternidad.
Km 21
Encolumnados los postes de luz
el perfume a tierra mojada.
Frio… mis mejillas sobreviven.
Inevitablemente dejo huellas intangibles
en busca de un presagio escondido
en la publicidad de los colectivos timados.
Precede el amor inevitablemente intangible.
La sombra acanalada
detrás de las huellas dobladas.
Km 22
Voy en busca de los años que restan.
El sonido masticable.
La lengua devana saliva.
Se contraen convulsivas
las revelaciones y mis arrugas.
Hombres mujeres detrás de
las vallas no me distraen.
Soy polvo verde al sol.
El resto rostros desiguales.
Grito incandescente en
punta solemne garganta.
Km 23
Ciego en la huella.
Lentamente la extensión se ilumina.
Por los ventanales emergen
simétricos instruidos maratonista.
Hubo otros inviernos y
más dulce el vino.
Hubo otros inviernos y
otro suelos perfilados.
Enigmáticas palabras…a tal
ligereza todo es incoherencia.
El sol puntea centellean
las solapas de los visitantes.
Km 24
Se fuga escalando el viento
descubre el fuego sometido.
Ahora la hoja es piedra
la fuente aún lejana.
Navegante de cavilaciones
purificando el ahora.
El infinito posee máscara
la poesía melodía en la brisa.
km 25
Tormentosos verbos líquidos.
Sediento recalando en evocación.
Nebulosa fantasía de borbotones
de manantiales pezones.
La sangre se alimenta de fibras
de rocas calientes
en todo este recorrido el rio está presente
y mi cuerpo en constante custodia.
La inercia la precipita
mi imaginación a la deriva.
Pertenezco al aquí
al ahora este presente frio
vestido de chambergo.
Km 26
Calla mi boca
gritan mis fundamentos.
De noche intimará mi faringe
por mis pies.
El tiempo cuantificable.
El aire por los poros ingresa.
Aquilato mis ideas
desde el silencio crispado.
A los gritos ambivalentes.
Todo es movimiento aquí.
El azar en el arte.
Mis uñas piden ser enmarcadas.
Las palabras moldean los cuerpos
con firmeza con cadencia.
Súbitas almas acompañan
la basta paciencia.
Km 27
Oprimido mi yo real.
Un puñado de arena
me enmarañó con hojas muertas.
Desconcentrado perturbado por
arrogantes poemas en el polvo del olvido.
Aun de pie aun ileso
escaneado señas reveladas.
Amables carcajadas e irónica comprensión.
Soy un hombre pequeño
la naturaleza a la vista presente.
Más cielo frente a frente.
km 28
El sonido a nada atrae mi nombre
una vez mas no me detengo a escucharlo.
Hay van los nuevos náufragos
de piernas impalpables
de espasmos abdominales.
Abandonados por la resaca
maderos de músculos a metros
la playa de estacionamiento.
Oigo el eco de quejidos.
Oigo el pedido de agua.
Los verbos aumentan su intensidad.
No me atrevo abrir la boca.
En silencio canto Ciao…
Km 29
El mundo pariendo por instinto.
Opuestos de sombras iguales.
Enclavado un cuerpo en
espasmos a la columna
perceptible toque incorpóreo.
Eterna constancia
me volverá invisible.
Existo como soy a
punto de disolverme.
Km 30
En equilibrio los ojos ventanales.
Corren aquellos de espiritualidad
Y los que con enfático realismo
resaltan sus lujos.
Presente los creyentes
y los majestuosos incrédulos.
Presente los intelectuales
también los generosos.
El sol y los vestigios de
la luna en nuestros órganos.
Mi pequeña mano
quita el freno de mi garganta.
Km 31
Noté que un algo
me escalaba la médula
un fantasmal calambre prodigioso.
Extraña sensación de espinas en los huesos.
Toque el césped ardió la carne.
Lluvia de labios espíritus de dorsales.
Vi precipitarse papel picado.
Los truenos en las glándulas ajenas.
Vagones de erizados cuerpos
perseguidos por nubes de ojos.
Las venas a filo de luz.
A lo lejos en lenguajes de señas
ubico mis latidos dentro de mi cuerpo.
Sin alas sin sombras.
Este azul lejos de los mares.
Mis parpados con signos de pasión.
Los pájaros aterciopelados
en banda detrás de
esta jauría de entidades atléticas.
El azufre en los pétalos labiales.
Me abrí… la respiración al sur
a mi costado otra vida hilvanándose.
Km 33
Hay muchos cuerpos alargados en el campo santo.
Arboles cuasi desnudos; estoy cambiando el paso.
A primeras horas de decimas horas.
El cielo atenúa el verde de mi cielo.
Rompiendo la niebla que todo lo distorsiona…
De la luna quien tiene memoria?
Si es de plata o pareciere una cuchara.
oh serena escarcha has cubierto mis pies que ruedan.
El frio me recuerda la ternura
de mi madre en tiempos de madre.
Sombran sombras y
los perfiles convergen en la ruta y
que es la ruta sin el ser que la transita?
Propaganda…La voz inicial…
Nosotros hacemos del tiempo.
Esta soledad se moldea respiro por respiro.
No hay corales solo barro secándose al viento y
voy subiendo y voy bajando en mi propia envoltura.
Este circuito no es mío, la piel se niega a respirar.
Segundo arco que sobrepaso y
los árboles se despojan de su peso.
Ojos, manos, mi boca se tensa como las uvas maduras.
El silencio se rompe por los teros.
Tú estas más allá.
Tú eres mi íntimo rumor.
La sed es más que la soledad y esta soledad me da sed.
Mis dedos desandan cada kilómetro andado.
Mis ojos retienen imágenes retroalimentadas de nácar.
La dureza de mis piernas, la dureza del asfalto.
A ver quién se queda. Quién da el paso equivocado.
Esta mañana mi mundo es fresco,
es liso y con el rostro dibujado.
Km 34
Las nubes esconden raíces de piedras
mordiendo huesos en vidas de agua.
La serenidad viene comprimida
en somníferos de ahogos.
Los ojos a partirse
mis pies dividiendo
lo indivisible del ser.
Estos brazos sauceados,
eléctricos, eclécticos.
El infinito muy preciso.
Milagro… El agua en mi boca.
Km35
Quién procura bajar el tiempo con este viento?
Tanto arroz, tanto cereal,
tanto yogur consumido.
La ansiedad esa puerta abierta para nadie.
Tan blanco para las moscas ya muertas.
Frío de la vela cuelga
la mesura al alba.
Sombras y sombreros relegados
ordenados en soledad.
Fue precisa la medianoche.
Km 36
Ardor y el arrojo de
los huesos crujientes convocan
presurosa la pulpa sensitiva.
El nervio adyacente dispara
la voz ronca, los ojos
viene el espanto la violencia de
los cuerpos arqueados en llantos.
Las lágrimas subsisten en
el sudor de la inocencia
paz en los recuerdos.
Brazas encendidas mi sangre
arde mi sujeto, arden
las entidades en este paraje lineal.
Atrás quedo el muro y
sus corazones mutilados.
Km 37
Hasta donde me ha
acompañado el viento
el desea detenerme
mueve apropósito el horizonte
cambia las letras de mis versos.
Y ahora nacen enroscados
de mis cordones verdes
el hecho consumado de
vibrar las señales.
Llegué a Roldan
bailaron las hojas con su paso
y rio como puedo con
ese movimiento …de amor.
Por el mero placer del movimiento.
Sin pretensiones sin predicamento.
En mi un eco nuevo resuena
va dejando silabas
Donde será el momento?
De encontrar su lugar.
Hoy te sorprenderá
las tranqueras rompecabezas.
Sin entender hasta donde
he llegado persiguiendo
el silbido del viento.
Km 38
Se sale del porqué.
No sabe de qué, el por qué?
Esta cuerda atada al queso.
La figurita lanza espuma por sus bordes.
Mi cabeza un seto de costumbres.
El rio desprende su camisa
los viajantes deseosos
salirse de las orillas.
De qué color es un día horrible?
Pasaporte a uno más.
Un mundo más…
Las letras blanquean el dorsal.
En la mesa una gota de tu luz.
Se plantó un antes del ahora
en columna de llanto.
Huellas en el delirio lodoso.
El amor inevitable me salva.
Km 39
Calambres de palabras.
Se levantan esas voces que a lo lejos cantan
demarcando el recorrido sin que se sepa
para qué es el camino.
Al borde la noche.
Al borde los cordones desatados.
Abordo estos dedos livianamente verdes
hermanos del destino.
Ya no me espantan los remolinos
las sombras pálidas
ni el hábito de la moscas.
Que siga a flote la cordura.
Estos poetas muertos
hablan más dulce a mi oído.
Mi mano tibia sumo y sumo
mi pecho rojo me da menos.
Anticuados nombres
a tanta ausencia.
Al borde abordo en mi pecho…calambres de palabras
Km 40
Traspasa el pasto... el pensamiento más veloz que este caballo.
Palabras como lazos cicatrices de corcheas.
Las ventanas movedizas los ojos difumados.
Las manos creen que aplauden
el cuello cernido mi boca como urna,
solo entra el agua naranja.
Mi cuerpo no quepa dentro de la puerta y se ríen.
Mis dientes… ya aprendí a abrir estas pinzas.
Las viejas ríen el cordón umbilical al oído de mama.
Una pata para mi cuerpo
una pata para mi cama
el pensamiento más rápido
que este caballo en el carrusel.
Km 41
El rio apenas deja ver su transparencia.
Los arcos de guirnaldas plásticas se dejan ver.
A la vista el asfalto se pierde
nacen las esmeraldas adoquinadas
mi ser me escolta.
El sol desconoce mi sombra es el mediodía.
Exhausto transporto el encantamiento
de las serpientes en mis dedos.
En mis pies traigo el sarro de las calles.
En mis manos mi gloria.
En la lengua este poema sabor a moras.
Últimos 500 metros 42 km
Cruje la sangre
la piel aúlla.
Las lagrimas
navajas de sal.
El vacio se abre
el camino también...
Final
Ultimo día de junio.
No sabré desatarme los zapatos
la ciudad me habrá mordidos los pies
en la llanura del asfalto,
en el túnel en los puentes con estilo.
El destino final más sudoración
A tiempo cediendo los sentidos,
Soy un hijo huérfano
desterrando estaciones.
A tiempo la muerte
ya es poesía…
- Autor: Carlos Casagemas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de julio de 2013 a las 08:27
- Comentario del autor sobre el poema: Licopodio, nombre común de ciertas plantas vasculares parecidas por su aspecto a los musgos y clasificadas en un filo que engloba muchos órdenes extintos.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 598
Comentarios1
Justo a tiempo...con rasgos inmortales.... ¡y qué buena poesía!
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