Recorrer las calles nuevamente
buscando respuestas escondidas
en lo profundo de mi alma
como callejones oscuros se me presentan
haciendo más fuerte mi vacilación, mi angustia.
Viendo sin mirar a nadie, escuchando sin oír.
Este laberinto que creé yo mismo
huyendo hacia adelante arrasando almas,
sentimientos que fueron mi jardín del edén.
Pero mi soberbia los hizo marchitar
hectáreas de ilusiones arrasadas por el fuego de mis iniquidades.
Perdido en esta ciudad bizarra, donde la maldad es virtud y la virtud maldad
soy un ciudadano más de este inmenso manicomio
desde acá puedo leer ese macabro letrero: “Bienvenido al final de tu viaje”
estoy dividido como si cada parte de mi cerebro tuviese vida propia.
El uno me dice; “resígnate que esto era lo que buscabas”
el otro, insiste en luchar, al decirme; “que no se te vaya la vida en esto”.
Yo en medio como jurado, no me queda más que declarar un justo empate
y eso me hace mantenerme inmóvil
observando al viejo tiempo como pasa una y otra vez delante de mí
con su suave marcha, vestido de larga túnica purpura
de la más noble seda que exista en su mundo y el mío,
pasa sin mirarme aunque sé que sabe que estoy allí
esperando el perdón que solo la inmensa misericordia de Dios puede otorgar.
solo espero entre la oscuridad y el frio de mi prisión,
de mi inmisericorde prisión que me hace andar hasta llegar al mismo lugar
sin importar cuanto recorra.
un día, una semana, un mes, un año siempre llego al mismo lugar, a la misma pregunta
¿Cómo hago para salir, como hago para no morir cada día?
Solo el dulce recuerdo de su apacible sonrisa;
frágil, virginal. Hace latir mi corazón siquiera,
aunque se me vaya la vida misma en cada imagen del amor
que solo puede dar un ser como ella.
La inocencia.
La inocencia termina en el mismo momento que sabemos que vamos a morir
y si no la aceptamos, si no tenemos el valor de recibirla de pie, seremos sus esclavos
para toda la vida.
- Autor: Rex (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de julio de 2013 a las 15:58
- Categoría: Triste
- Lecturas: 152
Comentarios1
"¿Cómo hago para salir, como hago para no morir cada día?
Solo el dulce recuerdo de su apacible sonrisa;
frágil, virginal. Hace latir mi corazón siquiera,
aunque se me vaya la vida misma en cada imagen del amor
que solo puede dar un ser como ella.
La inocencia."
He ahi, la respuesta...
tu mente prisionera no es,
aunque tus sentidos digan otra cosa.
Saludos desde mi linda y amada Colombia del alma mia
Gracias por tus sabios comentarios mi niña.
saludos y mil abrazos.
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