Siempre he tenido la sensación, de que mi sentir desde el corazón, quería ponerse en contacto con el alma, á través de cartas
Por eso le doy el nombre, á este libro que titulo, las cartas de mi vida y son sentimientos reales, momentos de un dialogo interior
También creo que siempre desde que nací, he vivido por debajo de mis posibilidades en lo que se refiere, quizás á una enfermedad
Que puede ser, que haya vivido, siempre con migo camuflada, en un mundo lejos de mis posibilidades, quizás tenga un ángel, por valedor…
Por esto siempre tuve la sensación y ahora es casi certeza, ya que no paro de escribir, que el Señor y su cielo me hayan dado, su regalo
En forma de fuerza interior, para aguantar toda una vida con el esfuerzo del trabajo, allá por donde me he movido, en sus empresas
Aun estando y sintiéndome apocado, he podido superar miles de horas y sacar adelante una vida laboral, de treinta y siete años y medio
Aunque en realidad son cuarenta y un años, los que me he movido por los centros del trabajo, ya que empecé á los once años, á trabajar…
Y que recuerde y es cierto siempre me ha costado mucho adaptarme y al final, he terminado siendo de mucha valía, para la dirección
Y mis propios compañeros, pero dentro de mí, donde el corazón esparce sus latidos, he necesitado hablar con mi alma, sin parar
De ahí sale el titulo de las cartas de mi vida, de la compañía de correos, que me he creado yo mismo y la llamo, el cartero de mi, corazón
Esta mañana, hoy mismo haciendo mis dos horas de bicicleta, no paraba de pensar mientras miraba la neblina, de la sierra Murciana…
Y ahora después de comer, he sentido el impulso de escribir este testo y lo estoy haciendo por el camino, que dibuja mi sendero
Desde el latir del corazón al espíritu, al que llamamos alma y que sin ella, sería más difícil vivir en este mundo, lleno de perjuicios
Que si tienes suerte de que seas positivo, tu caminar por la vida será bonito y especial, pero si te sientes muy apocado y cohibido
Vives en una espiral de dolor, con sensaciones y agobios que te hacen esconderte, dentro de ti mismo y sin salidas, ni recursos …
Es duro, pero que yo recuerde, siempre me he sentido así, aunque valla sonriendo por el mundo con el dibujó de la sonrisa, en mi faz
Intento hacer el bien á todo el mundo, sin pedir nada á cambio quizás ese sea un don, ó quizás un signo divino y angelical, del alma
Que recibe las cartas, que el corazón le envía á diario y las deletrea aun siendo un analfabeto, pulsando lo que siento, en el ordenador
Lo de analfabeto, es por las faltas que sin parar, me corrige el diccionario del Pece y también porque mis estudios que fueron, mínimos…
Por esto mismo, es un enigma para mí, todo el río de tinta que circula por mis caminos y desembocan en el mar, de mis sueños
Y esto es, lo que es y á sido siempre mi camino, por los años y ya van cincuenta y cinco de existencia en la tierra, de con mi latir
Á veces con el dolor de la impotencia, que por la enfermedad que creo, que ya nací y hace tan solo un año descubrieron, los médicos
Cuando ingrese en la Arrexaca, con un ictus cerebral y después de hacerme todas las pruebas pertinentes detectaron, Parkinsonismo…
Tengo que agradecer al doctor J. Martin Fernández, de la unidad de enfermedades Neurodegenerativas, lo bien que nos trata
Y la profesionalidad y virtud que tiene, de bajar de su divina nube y ponerse al mismo nivel que sus enfermos, para darnos moral
En fin, después de veintiún día ingresado, Salí del centro médico, con el diagnostico de Parkinsonismo y atrofia multisistematica
Y ya no he vuelto á trabajar, pues estoy retirado pero después de salir el primer día á la calle, con mareos y un bastón, pude mejorar…
Gracias al doctor, Martin y al deporte de caminar y ahora que estoy mejor, aunque tengo que tomar veinte pastillas diarias, de por vida
Ya que es una enfermedad progresiva, pero el espíritu de mi alma, recibe á diario las cartas que le mandan, los latidos del corazón
Que vive dentro de mi cuerpo y aguanta la dieta, las pastillas y la fe de hacer el deporte diario, sin desfallecer y con la sensación viva
De que quizás siguiendo, las directrices que la medicina me demanda, pueda vivir en una senda más ó menos sana, hasta mi supuesto final…
Que intentare con la confianza, del espíritu deportivo que el Señor me ha donado, que el más allá espere muchos años, eso deseo
Y quiero, quizás por esto no pueda dejar de escribir, anécdotas en cartas como las llamo yo, que se dilatan desde el corazón, al alma
Por la serpiente del rio, por donde navega todo mí ser, intentando llegar al mar de mis sueños, lleno de cartas con sus misterios
Gracias le doy, á mi cansado corazón y al alma eterna, á donde envió las cartas, que dibujan mis latidos y todo mí sentir muchas, gracias.
Modesto Ruiz Martínez / lunes, 07 de diciembre de 2009
- Autor: MODESTO EL POETA (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de diciembre de 2009 a las 03:35
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 138
- Usuarios favoritos de este poema: BryanGomez, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Hasta las lineas has sobresaltado,
al igual que la imaginación.
Muy bien amigo.
Un placer leerte..
Abrazo, y suerte.
UN GENIALMENTE BIEN ESCRITO CUENTO AMIGO MODESTO
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