Cartas a ella

Danniello

lo recuerdo perfectamente, era un día diez de octubre, en ese día no tenía ni la menor idea de que clase de tragedia estaba a punto de escribir; era una tarde muy oscura, llovía en demasía, eran las diecinueve horas de la noche, o de la tarde, si asi le quieren llamar. Nunca le temí a la lluvia, caminar "de la mano con ella" a la fecha sigue siendo fabuloso, es liberador, me calienta el interior, aunque usualmente termina enfriando el resto de mi cuerpo. Decías lo mismo sobre la lluvia, y me pediste que saliéramos a bailar con ella; hasta ese entonces creo que había sido muy obvio, es decir, pase de "dejarme querer" a pedir tu cariño, sin embargo, tu querías escucharlo de mis labios de salmón.

Me obligaste, y lo admití, tenías que escuchar cuanto me gustabas; Hablábamos sobre chaplin, bailábamos un waltz cuya música solo sonaba en cabeza de cada uno (probablemente en mi mente sonaba mucho más áspero, asi he sido siempre con el arte) estábamos a fuera de una tienda de libros, de esos populachones, los que todos quieren para aparentar que son cultos, y que terminan usando para que ya no baile la mesa (le quitan su diversión para no tirar su plato con sopa).

Usabas mi camisa, y yo una simple playera, tenía frío, pero me sentía en las nubes; si logro ser bueno en algo, merezco una película biográfica, y con esa escena quien me interprete se merece un oscar. Te detuviste de bailar, me preguntaste: ¿que es ese brillo en tus ojos? ¿te gusto verdad?.

Era inútil evadirlo, varias veces lo había negado, solo podía ser tu amigo, como me lo pediste al inicio, pero, la situación no estaba para máscaras: "Sí, y mucho, no quería pero, vamos, ¡mírate!"

No sabía que esperar, estaba tan nervioso, y a la vez aliviado, ese secreto me pesaba más que tu sentada en mis hombros; "que tierno, lo sabía, pero, te vas a desenamorar de mí"

Esas palabras cambiaron nuestra relación para llevarla a un extenuado fin, sin embargo, se cumplieron, hoy día ya no pienso todo el tiempo en ti, ya no escribo canciones de amor, ya no me distraigo ni tengo accidentes en el trabajo, puedo concentrarme, y por más que quiero no puedo escribir poesía, soy insensible, y escribo ñoña prosa novelista.

No quiero ver tus fotos, y si lo hago, no les presto tanta atención, me escasean las ideas cursis, no necesito verte, de hecho lo evito por mucho que me lo pides, me parece increíble a la vez irónico, ya que recordé a detalle el instante del que escribo; Perra, "hijaeputa", cruel, insensata, incongruente, injusta, odiosa, manipuladora, deshonesta, zorra, "hombreriega", coqueta, "casquivana"; otro sinfín de apodos e insultos son los que te han dedicado a los que conté nuestra historia, pero, a mi me basta con darte las gracias, ahora ya conozco el valor de mis sentimientos, mi actos y palabras, y lo más importante, es que sentí lo que es amar y ser querido, de esa forma, por que usualmente uno de los dos, no estaba dando lo mismo que recibía.

  • Autor: Danniello (Offline Offline)
  • Publicado: 4 de julio de 2013 a las 01:02
  • Comentario del autor sobre el poema: recuerdos de antaño, para ser más exacto, 10 de octubre 2012
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 37
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios2

  • mariarl

    bella carta

  • luna77

    La gente y sus opniniones!! k se mire cada uno en su propio espejo, eso es lo k creo!! vivimos en un mundo en el k todos etiketamos a los demás sin más...me parece patético kien habla de akel k no conoce, ni sabe de su avatar en la vida, cada uno sabra!! procuro no hacer juicios de terceros...porke de seguro erraria en mis calificativos!



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.