Duerme el cuero vacuno en su aposento,
Los pies hormiguean y calan de frio
No existen pausas no se repiten ecos
No aprisionan tu mirada este llanto seco.
Los pupitres no existen, menos libros de texto,
Escuelas sin paredes son ventanas de la vida,
En el suelo moran mil lombrices que son pretexto
Para cubrir las cicatrices del ayer que nos olvida.
En el nopal hay tunas, en las matas flores,
El las ramas secas solo leña y en mis ojos,
Quedaron huecas las palabras sin colores
Y la calle se viste de pies descalzos en la noche.
Adolfo Casas C.
- Autor: Adolfo Casas Castañeda (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de julio de 2013 a las 15:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 310
- Usuarios favoritos de este poema: Damian cuellar, CARMEN, clonariel, alex sandman
Comentarios8
Pies descalzos de la noche
los que desconocen escuelas
a santa claus y sus navidades
los que en su acervo gramatical
solo poseen el por vidita suya
y el Dios se lo pague
Que buenos versos amigo,
es un grato placer poder
deleitarme con tus finos
versos,
saludos.
Muy buenos versos amigo poeta..
Un abrazo...
Adolfo:
Muy interesante el poema en sus metáforas. Logras describir un desamparo que conmueve:
"En el suelo moran mil lombrices que son pretexto
Para cubrir las cicatrices del ayer que nos olvida".
Saludos
Un placer volver a leerte y disfrutar de tus bellos versos. Un beso
me recuerda un poema de Lorca, donde él salía a la calle "maduro de versos perdidos"
Escuelas sin paredes son ventanas de la vida
Están muy bonitos tus versos, pelao, pero dame una pista, no seas malito, usas muchas ambiguedades en lo que escribes, y no me doy cuenta a dónde me llevas, pero me llevas, j ej eje je j je. Me quedo pensando y pensando... Muchos saludos
Mi amigo del alma Felix, son tantas cosas que encierro en unas cuantas estrofas, parte de mi historia, cuando andaba descalzo, cuando no existian en mi vida cotidiana los pupitres que eran sueños solo lejanos, la piel del ganado no cubria mis pies, con poco dinero ni como pensarlo, familiares teníamos cerca pero como si fuesen lejanos, mis ojos se cansaron de palabras que no tenian color, mi refugio fue solo el campo, el monte, el río y la montaña; esas fueron parte de mi vida y llenaron mi alma y mi vida.
Un gran abrazo del alma y del corazón entero mi hermano del alma.
Un saludo mi hermano.
Así, sí... Y la verdad, me enfocaste propiamente la vida que yo también llevé... Saludos, y a echarle chingazos, je je je je
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.