Dificil Amor
París otoñal y aquí
silbando el invierno.
Le puse rímel a la luna
celosa las estrellas titilan.
Buscando palabras que
abriguen a alguien en
este destino de descuidos
hace tan frio no te olvido.
Desamparo
Bajan las dudas de la alacena
arena vacante dunas de palabras.
Flores y espuma en la cascada...
Al viento la vi pasar
por el camino en paz.
La extensión y eternidad.
El cielo apacible
untado de sangre.
La tierra esplendida
estos ojos en flor
Ella beso la orilla y
resbale de mi luna.
Señales Huérfanas
Quien me escucha?
En esta faena
de trote salpicado
franqueando mis venas
de labios morados.
Quien me espera?
Con las manos aseguradas
alivio de tizanas.
Entretejiendo mis nervios
aliviando mis sueños.
A quien le escribo
sabrá de señales huérfanas!!!
A mi ruta de entrenamiento!!!!!!
Mi dedo gordo en soledad maúlla
Vertiente de dolor ingenuo.
En la retina una desconocida
brisas mordedura de mímicas
Una noche asoleada de ritos.
Correr trenzas a mis rodillas.
Otro surco de fosforo
a la seda vegetal anónima.
Es extraño...
Si llegara a llover
recogería mis dedos de
este sueño desteñido de sombras.
Gotas de agua
carcomiendo mi piel calcárea.
Remolino de ojos
dentro de mis ojos
Pestaña infinita de arpa marina
el mar mi caos repiqueteando
espesando la luz.
Vientos brutales conquistan la navaja.
Pieles enmarcadas entre los dedos
la humedad de la lluvia.
Relojillos interruptores ardidos.
Vaho...
Estrellas confitadas deambulan
enfocando charcos sombríos
a mis verdores más brillosos
miradas y otra costura de ojos.
De la radio rugidos estrangulantes
ajenas gargantas otras visiones
la objetividad y otras existencias
locuacidades gemidos ajenos.
Uno muere... uno muere
todos los días un poco más.
Desconectando mis plantas ardientes.
Me asisten en un vaho
los rincones, las coagulaciones diarias
envueltas en ciclos de ausencia despierta.
Mis días en la niebla...
Soy un hueso tallado en afonía solar.
Desaparezco en la austeridad de los humos.
Dos manos sostienen un trébol enredado
en huellas de calandrias
cuando la niebla me acecha.
Aquellas voces…
Ellas robando aéreas
a la curvada hoja de cielo.
Imanes trasladan la luz
de esta luna indecente
a tus labios sin encerar.
El oxígeno arqueado
movedizo en los renglones
de tus parpados escarlata.
Difusas traspasadas de cielo
las curva, las hojas, los imanes
si puedes nombrarme
es que soy vocablo.
- Autor: Carlos Casagemas (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de julio de 2013 a las 00:15
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 64
Comentarios2
gracias por compartir tus maravillosos cantos.
me gustan muchísimo.
Saludos desde mi linda y amada Colombia del alma
Ella beso la orilla y
resbale de mi luna.
Uno muere... uno muere
todos los días un poco más.
*-*
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.