La siesta en una tarde de invierno
deja al despertar
sentimiento de culpa por la pérdida.
La noche nos sorprende
dejando oscuro de repente
a ese día que dejamos marchar.
Demasiado tarde
para paseos bajo el tibio sol,
Sin tiempo para leer un libro en la banca.
Irremediablemente se nos fue para siempre,
ese brillo tras el cortinado gris.
Siesta que pedimos prestada a la muerte,
y ella la cede gentilmente,
como en campaña,
sumando adeptos a su causa.
- Autor: jucovi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de julio de 2013 a las 08:49
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 672
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades.
Comentarios3
Excelente...!!! hermano... siempre un placer leerte... Un muy buena reflexión para la vida y la muerte.
Saludos fraternos... que tengas un excelente inicio de semana.
GRACIAS MI AMIGO, UN ABRAZO.
ah!!!!
¿entonces?
no quiero ser reclutada....
aún... no
Abrazo desde mi linda y amada Colombia del alma mía.
bueno jaja, un abrazo amiga.
😉
Dormir es compo morir un ratito gran poema, Juco, no creas que olvidé el asunto esta en pie,
besops.
si a eso me refería, captas el sentido, ni que me conocieras jaja, bueno amiga, pero que no te suba el colesterol por ese asunto si? jaja
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