Aquel día que cruzáramos miradas
El corazón se nos salió del pecho
Y fue un sentimiento noble
Tratando de alcanzar el cielo.
Sin siquiera haber sentido
La pulcra seda de tus manos
Floreció este amor desenfrenado
Clavándose en mi pecho y en tus senos.
Y nos quedamos en silencio
Dándole tiempo al tiempo por ver lo que pasaba
Te alejaste de mis ojos, vida
Y ahora que te encuentro, ya estás comprometida.
Yo guardé mi voz anochecida de espera
Tú mirabas en silencio, dices, mi sonrisa en las estrellas
Yo esperaba que volvieras al claror de la mañana
Callada tú, enterrabas mi recuerdo y mi mirada.
Delalma
08/07/2013 12:06 p.m.
- Autor: Delalma (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de julio de 2013 a las 14:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 122
- Usuarios favoritos de este poema: Luis Hidalgo
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