Hoy nuevamente yo he vuelto a caer,
de nueva cuenta en la ancestral condena:
Vivir atado con sutil cadena,
Red de suspiros, por fugaz querer.
Vana soberbia es el afán de ser
un loco amante con mujer ajena,
la consecuencia, la perenne pena
de no olvidar tan celestial placer.
Logré alcanzar lo que creí imposible,
noble ternura de candor divino,
y me arrastró la fuerza irresistible
por la aventura que me dio el destino:
mas era flor tan limpia e incorruptible
que al fin se fue... pero olvido el espino.
- Autor: Raúl Gonzaga (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de julio de 2013 a las 08:55
- Comentario del autor sobre el poema: Este soneto fue escrito en mi juventud, cuando el amor llamaba a mi puerta y yo lo dejaba pasar con todas las consecuencias de mi decisión...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 112
Comentarios1
El amor, en un principio, se conjuga con el placer; no buscamos a quien entregar lo mejor de nosotros sino quien satisfaga nuestros caprichos; conclusión, somos caprichos de la vida...
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